martes, 13 de octubre de 2020

"Señor, que me alcance tu favor"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


El misterio del mal y el pecado sólo se resuelve en la misericordia de Dios ¡¡qué bien lo explica hoy san Pablo en la primera lectura!!... sin la gracia de la fe, que el Espíritu Santo opera en nosotros, no podemos liberarnos de nuestras pasiones, que son las cadenas que nos impiden ser libres... No es libre quien hace lo que quiere a costa de lo que sea, es libre quien hace lo que debe porque quiere ¡¡ésa es la verdadera libertad!! la que se construye sobre la verdad, persiguiendo el bien, no la que se esconde detrás de la apariencia con dobles intenciones, intentando sacar partida de todo para satisfacer el egoísmo ¡¡es tan fácil repetir la actitud reprobable de los fariseos, que hemos de alertarnos, temiendo vernos reflejados en ella!!...

Jesús advierte una vez más ¡¡cuidado!! es fácil caer en la trampa, de señalar a los demás, donde mismo podemos ser nosotros acusados si alguien nos mirara de cerca... ¿no tenemos todos experiencia suficiente de cuán sutil es la máscara donde escondemos nuestra debilidad mientras queremos aparentar hacer las cosas mejor que los demás?...

En una cultura como la nuestra, competitiva, superficial, triunfalista ¿quién reconoce sus límites con humildad rectificando sus errores, pidiendo perdón de sus pecados?... lo hará quien se acerque a Jesús, escuche su Palabra, permita que la luz de la gracia le penetre, y decida romper las cadenas del egoísmo en la poderosa fuerza del perdón de Dios por su misericordia... El salmo 118, servido en la liturgia, nos ayuda hoy a mirar al cielo y suplicar humildemente, porque del cielo hemos de recibir esta fuerza, esta luz y esta determinación...

"Señor, que me alcance tu favor,
tu salvación según tu promesa. 

No quites de mi boca las palabras sinceras,
porque yo espero en tus mandamientos. 

Cumpliré sin cesar tu voluntad,
por siempre jamás. 

Andaré por un camino ancho,
buscando tus decretos. 

Serán mi delicia tus mandatos,
que tanto amo. 

Levantaré mis manos hac
ia ti
recitando tus mandatos" (Salmo 118)...


Sigamos llamado al cielo... necesitados de la misericordia de Dios para superar estos momentos... nos sentimos vulnerables... somos pequeños... recordemos, como cada día a los enfermos del blog, peregrinos de la confianza... todos, uno a uno... igualmente los contagiados por la pandemia... también los familiares de todos los que están sufriendo esta hecatombe... Que la intercesión del Beato Tito nos alcance lo que nuestra fe suspira en la fuerza de la comunión de los santos, donde nos apoyamos todos para hacerla más efectiva y eficaz... Cobijémonos en la gracia de Dios y seamos humildes para volver nuestros pasos a sus caminos...
"confiando en el Señor, no me he desviado"... 

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria