miércoles, 29 de noviembre de 2017

"Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Al entrar en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole: 
"Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho".  
Le contestó: "Voy a curarlo". 
Pero el centurión le replicó: "Señor, no soy digo de que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano.
 Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes;
y le digo a uno: "Ve" y va; al otro: "Ven", y viene; a mi criado: "Haz esto", y lo hace". 
Al oírlo Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían:
 "En verdad os digo que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe"... 
Y dijo Jesús al centurión: "Vete, que te suceda según has creído". 
Y en aquel momento se puso bueno el criado" (Mt. 8, 5-13).

De qué forma tan entrañable, es la intercesión, la que arranca este milagro a Jesús... ¡¡Qué bien sabe el centurión quién es Jesús y quién es él... con qué soltura expresa su fe y cómo conmueve a Jesús su planteamiento!!... en torno a la fe se realiza toda la actividad del Reino... Solemos quedarnos en los puntos de luz, que son los signos que hace Jesús, y lo que de verdad importa es la certeza interior, de quién es Dios y qué es capaz de hacer por nosotros, si de verdad nos fiamos de Él...


No pasemos de largo cada palabra del texto con que hemos iniciado la reflexión de hoy... la Palabra de Dios educa... Ella misma, habitada por el Espíritu Santo, va trasmitiendo vida y luz a su paso, por el corazón que la acoge... que la medita... que la reza...

Merece la pena emplearnos en ello, incorporándola a nuestro quehacer diario, haciendo un hueco entre las actividades que realizamos... La relación con Dios es fundamental para poner las bases a nuestra fe, y por la fe, a nuestra vida...


Con esta confianza que proyecta la escena de este encuentro, traigámosle también nosotros a Jesús los enfermos del blog, en el deseo de que sean curados... recordemos a todos, uno a uno... -echemos una manita a Ángel Pascual, que está mal y no remonta... Esteban recién comenzado su tratamiento que se prevé muy agresivo... los niños y todos los que de una u otra forma, están en una situación más precaria o complicada-... acogidos, como cada día, a la intercesión del Beato Tito, no dudemos de la misericordia  de Dios, acercada a nosotros en su Voluntad... trabajemos la fe y hagamos posible por sus frutos, que Dios actúe...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …