miércoles, 29 de diciembre de 2021

"Alégrese el cielo, goce la tierra"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Si observamos, la liturgia de Navidad nos remite continuamente al destino último de Jesús; el telón de fondo es la Cruz, donde Jesús vencerá, y por ella, seremos salvados... Hoy es Simeón, quien tomando a Jesús en brazos, viendo en Él, cumplidas sus esperanzas, le anuncia a la Virgen, la dolorosa profecía de la "cruz de su hijo", traspasando con ello su corazón de dolor ante aquella "amenaza", que ciertamente se cumplirá´...

La fe es una luz que abre paso, cruzando misterios, dudas, promesas, y esperanzas... no añade la fe nada a la vida, que la vida no lleve con ella; pero sí que nos permite a nosotros pisar sin tropiezos, caminos inciertos -aunque seguros, que nos llevan donde vamos...

Vayamos a Belén... miremos Belén... recemos en Belén... Dios ha hecho camino viniendo a vivir entre nosotros, y su salto del cielo a la tierra, tiene que impulsarnos a nosotros, a elevar nuestros ojos al cielo y encaminar nuestros pasos en esa dirección sin desviarnos...

"Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre.

Proclamad día tras día su victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. 

El Señor ha hecho el cielo;
honor y majestad lo preceden,
fuerza y esplendor están en su templo" (Salmo 95)...


Pongamos el punto de mira, un día más, en los enfermos del blog... pensemos, hasta recordar a todos, uno a uno... también ¡¡cómo no!! sus familias, verdadera cuna de la fe... Miremos al cielo suplicantes... humildes... insistentes... perseverantes... La intercesión del Beato Tito, nos ponga ante el Niño de Belén y sus padres, nuestros anhelos de ver hecho realidad el ansia de nuestros ruegos... la salud para todos y la fe para acercarnos a la gracia y multiplicarla a nuestro paso...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria..