domingo, 6 de enero de 2019

"Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


La liturgia durante los tiempos fuertes nos da un "zarandeo" en el intento de ayudarnos a "soltar amarras" y despertar, a fin de que podamos vivir con sentido lo real, que es donde se "cuece" el don de Dios cada día, servido para nosotros en el misterio de la fe, iluminando la vida, mientras nos acercamos al don precioso de su Voluntad, que no es más, que amor infinito, en lo concreto, de mis circunstancias...

Bonitas lecturas las que nos trae hoy la Iglesia con que argumentar la fe y crecernos la esperanza... Bien merece nuestra escucha atenta, con el corazón dispuesto a la acogida, para que tocándonos el alma la dejemos sembrada en nosotros hasta verla florecer y dar frutos que afiancen nuestros cimientos en la Verdad, de la que nos es tan fácil alejarnos, disipados por tantas luces opacas, que tan confundidos nos hacen vivir...

Hoy, casi al término del ciclo litúrgico de Navidad, la estrella de Belén nos conduce hasta Jesús para que buscándole le encontremos, y encontrándole, nos quedemos con Él para siempre... Hagamos oración con el salmo 71 que quiere revelarnos secretos, para que agradecidos optemos por la alabanza, que es lo que más nos enriquece y engrandece, y lo que Dios más merece de nosotros...

"Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. 

En sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra. 

Los reyes de Tarsis y de las islas le paguen tributo.
Los reyes de Saba y de Arabia le ofrezcan sus dones;
póstrense ante él todos los reyes,
y sírvanle todos los pueblos.

Él librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenía protector;
él se apiadará del pobre y del indigente,
y salvará la vida de los pobres" (salmo 71)...


Mantengamos la ilusión de estos días de fiesta, pero sin perder el sentido verdadero de lo que celebramos... Hemos recibido la Revelación -que es la Palabra misma de Dios para nosotros- y no podemos seguir errantes y perdidos, detrás de cualquier doctrina, que además de no aportarnos nada, nos merma en lo más nuestro que tenemos, nuestra identidad de hijos de Dios, llamados a construir su Reino entre todos...

Sin olvidarnos de la Virgen, con quien encontraron a Jesús los magos, miremos al cielo y conducidos por la fe, recemos confiados y suplicantes por los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... que la intercesión del Beato Tito, nos haga dignos de lo que queremos recibir, y que tanto necesitamos y deseamos... que recuperen la salud, y por su testimonio se conviertan en apóstoles y mensajeros, llevando la misma luz que nos ilumina, hasta donde nosotros lleguemos...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...