delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.
Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.
Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.
Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.
Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.
Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.
¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!
“Los soldados del gobernador se llevaron a Jesús,
lo
desnudaron y le pusieron un manto de color púrpura
y trenzando una corona de
espinas se la ciñeron a la cabeza
y le pusieron una caña en la mano derecha.
Y
doblando ante él la rodilla, se burlaban de él diciendo:
“¡Salve, rey de los judíos!”.
Luego le escupían, le quitaban la caña
y le golpeaban con ella en la cabeza.
Terminada
la burla, le quitaron el manto,
le pusieron su ropa y lo llevaron crucificar”
(Mt. 27, 27-31).
No vamos recorriendo pausadamente la
pasión de Jesús, porque no nos incomode mirar despacio las actitudes erradas
que le hacen pasar por tanto, a cambio de nada… Acercarse al sufrimiento, moral
y físico, de Jesús, único INOCENTE... ¡¡Dios verdadero!!... sin capacidad de
pecar, y no pudiendo por su parte, más que amar, por ser AMOR... es quedar
cuestionados... Observar su respuesta mansa, y hasta compasiva con
los que le están tratando así, es vislumbrar otra perspectiva, que
ciertamente escapa a nuestras percepciones, aunque sin dejarnos
indiferentes...
¿Cómo se puede responder con amor a
tanta violencia y odio?... y a la vez, ¿por qué se atenta de esa forma contra
un ser humano, que no reacciona en consonancia con esas actitudes?... ¿Qué
le pasa a la persona, para que el espíritu del mal pueda habitar en ella hasta
esos extremos?... Se van sumando “curiosos”, que no saben ni por qué, ni para
qué aparecen en escena, y encima aportan también saña con que aumentar la
violencia...
Y no nos olvidemos... no estamos
asistiendo al juicio injusto de cualquier ser humano, que lógicamente,
sería injustificado e injustificable... pero estos hechos encierran un
agravante: la saña del ser humano se está sublevando con Dios mismo...
estamos atentando a la divinidad... y este desnivel es “abismalmente” desproporcionado...
No hay mayor pecado... y lo que se ofrece, a cambio, en esta
tragedia, es el mayor perdón... Dios
se está dejando matar, paso a paso, para entregar hasta el límite su
misericordia... Vemos así clarísimamente, que todo pecador tiene remedio, si lo
quiere... y todo inocente maltratado tiene en quien reclinar la
cabeza, mientras cruza su agonía en espera de que se dé paso a la luz...
Con estas realidades convivimos todos
los días, y por desgracia, desde todos los tiempos... el rechazo a Dios
hoy, es una de las "modas de turno" impuestas por
nuestra cultura... si no estamos muy atentos, nos colocamos como los del
tumulto a corear estas ocurrencias, sumándonos a ellas, sin valorar hasta
dónde nos van a llevar, y qué nos van a dar a cambio...
Mirar a Jesús nos ayuda siempre… su
presencia nos despierta del letargo en que nos sumergimos, arrollados por la
comodidad… la indiferencia…. El relativismo… Debemos tomarnos la vida en serio
y abrazarnos a la fe con todas las consecuencias… dejarnos “afectar” por el
amor de Jesús y disponernos a aprender a amar como Él… desde su Persona… amar
en su amor…
Cerca del dolor de Jesús, traemos sin
duda a la memoria, a todos los que sufren… recordemos a los enfermos del blog…
a todos, uno a uno… también a sus familias… nos hacemos cargo de los que están
pasando por sendas más oscuras… más difíciles… más complicadas… a todos
queremos ayudar a dar sentido a esta etapa de sus vidas, en la confianza de que
están arropados por el amor infinito de Dios, que en su Voluntad nos conduce,
sin que nosotros acertemos a saber cómo… por qué… por dónde… Miramos al cielo y
nos amparamos en la intercesión del Beato Tito, que maduró su fe en el
encuentro con la Cruz y fue coronado con una gracia similar a la de Jesús…
extraordinaria por el salto al vacío que supone, y que aún hoy es operativa
para nosotros…Le pedimos con fe que nos alcance del buen Jesús y de su Madre,
la salud para todos y que nos acerque a la confianza de corazón, para que
seamos cristianos valientes, que no decaigamos ante la dificultad, sino que
nuestra opción de seguirle, sea firme y perseverante… Dios es nuestro Padre… es
fiel y nos ama…
“confiando en el
Señor, no me he desviado”…
Beato Tito, ruega por nosotros...
Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.
Padrenuestro – Ave María