"Es necesario ser todo para todos, y mirar a los
hombres con los ojos de Dios, para amarlos como Él los ama".Esto no era para Tito sólo una enseñanza, sino una vivencia.
Supo amar al prójimo con el propio amor de Cristo, dando sus conocimientos,
posesiones, y hasta su ser a quien lo necesitase, más allá de las
circunstancias. Donde no alcanzaban sus fuerzas, sacaba de las del Salvador.
Así, cuando llegó a lo más agudo del sufrimiento, en un
campo de concentración, siendo un cuerpecillo doliente y casi inválido,
cubierto de harapos, también entonces supo alegrarse, porque era "todo de
Dios". -Beato Tito-
Cuando Jesús se detiene ante la fe de alguien y, según esa fe, su poder actúa, esa experiencia CONFIGURA, da un talante vital que sitúa a la persona en otro plano... "no en otro planeta" ¡qué va! la fe es para este mundo; es el vínculo real con el TODO de que somos parte y lo que nos lleva a tomar consciencia de que a la vida no hemos venido por iniciativa propia y no podemos por ello dominar la existencia... hemos, por el contrario, de acoger el don que Dios ha puesto en nosotros "para su proyecto" y ofrecerlo de manera gratuita y agradecida...
Sabemos que hemos vivido ya lo suficiente como para darnos cuenta de que lo puramente temporal se resquebraja en la primera sacudida, y el tiempo se nos queda siempre corto para nuestras ambiciones... como bien dice el salmo "aunque uno viva setenta años y el más robusto hasta ochenta, la mayor parte son fatiga inútil porque pasan aprisa y vuelan", lo dice la Palabra de Dios...
Nosotros, que sentimos el dolor en nuestro ámbito y que nos faltan recursos para hacerle frente, queremos rendirnos ante Dios y hacer opción firme por la confianza en Él. Es nuestro Padre... es Bueno... nos ama... conoce nuestra necesidad... quiere ayudarnos.,.. por eso, lo ponemos todo ante Él y nos fiamos...
Descubrimos en la oración un arma poderosa que da fuerza y esperanza... y no queremos separarnos de esta fuente, que alivia el dolor mientras se cura...
Beato Tito, intercede, llévanos al cielo los latidos de nuestro corazón suplicante y alumbra nuestra fe con la tuya, hasta que la nuestra mueva las montañas, que ahora tenemos delante y nos impiden ver la luz...
No nos olvidamos de Manolo, intervenido hoy, de Edu, un niño de 14 años que ha sufrido un derrame cerebral y le han intervenido y estas 72 horas son decisivas, y de todos los que cada día tenemos presentes, en el deseo de que sigamos viendo la gloria de Dios en cada uno de ellos...
No nos olvidamos de Manolo, intervenido hoy, de Edu, un niño de 14 años que ha sufrido un derrame cerebral y le han intervenido y estas 72 horas son decisivas, y de todos los que cada día tenemos presentes, en el deseo de que sigamos viendo la gloria de Dios en cada uno de ellos...
Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de
febrero de 1942
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.
Cuando te miro, buen Jesús,
advierto
en ti el amor del más querido
amigo,
y siento que, al amarte yo,
consigo
el mayor galardón, el bien
más cierto.
Este amor tuyo -bien lo sé-
produce
sufrimiento y exige gran
coraje;
mas a tu gloria, en este duro
viaje,
sólo el camino del dolor
conduce.
Feliz en el dolor mi alma se
siente:
la Cruz es mi alegría, no mi
pena;
es gracia tuya que mi vida
llena
y me une a ti, Señor,
estrechamente.
Si quieres añadir nuevos
dolores
a este viejo dolor que me
tortura,
fina muestra serán de tu
ternura,
porque a ti me asemejen
redentores.
Déjame, mi Señor, en este
frío
y en esta soledad, que no me
aterra:
a nadie necesito ya en la
tierra
en tanto que Tú estés al lado
mío.
¡Quédate, mi Jesús! Que, en
mi desgracia,
jamás el corazón llore tu
ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu
presencia
y todo lo embelleces con tu
gracia!
Señor Dios nuestro amante de
la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche
oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las
persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde
siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas,
renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar
por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así
lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su
canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.
Padrenuestro – Ave María –
Gloria …