jueves, 12 de abril de 2018

"Todo lo que pidáis orando con fe, lo recibiréis"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Todo lo que pidáis orando con fe, lo recibiréis" (Mt. 21, 22).

El tema de la oración es amplio; tiene todos los matices de cualquier otra relación, y todos los debemos tener en cuenta al mirar al cielo... Jesús nos enseña a orar de muchas maneras, pero siempre nos remite a una actitud de confianza... Hay que rezar con fe, abriéndose al conocimiento de Dios para poder abandonarnos en sus manos y entrar en su Voluntad como verdaderos hijos suyos... sin miedos... sin sospechas... disponibles a participar en su Misterio y ser enriquecidos con su gracia y sus dones...

No olvidemos que tenemos la Pascua como telón de fondo... ¡¡no nos perdamos los frutos de su Victoria!!... Cierto que si nos pensamos a la luz de la Pascua, nos sentimos vivir "casi" en otro contexto... la Pascua nos sitúa, o pretende situarnos, en una libertad que se nos escapa de las manos por las múltiples ataduras a que nos sentimos atados... nos aferramos a tantas cosas, que casi ni vivimos por temor a perder lo que soñamos tener, sin que la vida nos responda siquiera a nuestras expectativas... ¡¡Cuántas veces tenemos que escuchar de Jesús "pero qué torpes y necios sois para creer!!"... ¿No lo decían las escrituras de mí?"...


"Las señas de identidad" de los peregrinos de la confianza es la comunión de los santos, donde ponemos nuestra luz para alumbrar a otros, a la vez que nos alumbramos de la luz que acercan los otros a la nuestra... "Marcamos" mucho la oración de petición y de intercesión, porque queremos ser coherentes frente a la Voluntad de Dios, arriesgándonos a asumir la incertidumbre que comporta, no ser nosotros los que marcamos la dirección en el camino que recorremos... Pisamos firme porque hay promesas... Su Palabra nos da esperanza... pero nosotros avanzamos por la fe, y Dios mismo, pone en nosotros la confianza....

El tiempo Pascual prepara la venida del Espíritu a cada corazón creyente y tenemos que disponernos a llenarnos de Él, porque Él es quien da la certeza al alma y le reconoce resucitado en cada gesto que le manifiesta y en cada señal con que nos sorprende... 


Hay muchos hermanos atravesando momentos difíciles... -seguimos aumentando la "familia"... incorporamos hoy a Mercedes Gómez diagnosticada de cáncer de mama, y a Martina Pérez -de sólo dos añitos- con enfermedad medular... se suman a nuestra fe para entrar en el camino seguro de la confianza de corazón... aunque pisemos "timoratos" porque somos "pequeños y frágiles"- ...Pensamos en cada uno de los componen nuestro recuerdo diario hasta tenerles presentes a todos... también a sus familias... Acogidos a la intercesión del Beato Tito, ponemos en común nuestras súplicas y sin dudar, esperamos del cielo gracias abundantes, que nos hagan sentir, que el cielo está con nosotros acercándonos los frutos que maduran nuestra fe...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María