sábado, 3 de octubre de 2020

"Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Escuchamos hoy a Jesús en el evangelio, dar gracias al Padre por su Voluntad... para Él, es motivo suficiente para ello, que le parezca bien al Padre... Dios tiene otra vara de medir, otras cuentas que sumar, otros valores para hacer escala; no sólo diferentes, sino contrarios a los propuestos por los afanes de este mundo, herido de soberbia y codicia, del que se recogen numerosos frutos de egoísmo e injusticias, que impiden la paz, la armonía, la fraternidad...

Cuando no hay un norte estable -el cielo no está en la meta-, cuando no tomamos conciencia de la transitoriedad de todo, cuando nos empeñamos en vivir de espaldas a lo real, soñando fantasías y persiguiéndolas a cualquier precio, la vida es un pulso que sólo genera tensión y vació, porque "no se cosechan higos de las zarza", como también dice Jesús en otro momento...

La vida tiene un "halo" que no todos perciben, pero que es para todos... Dios lo da generosamente, si nuestra actitud no es altiva y prepotente... a Dios le vence la humildad, la sencillez, la "justa medida" de nuestra capacidad frente a Él... somos criaturas... si vivimos con el alma hinchada, bastándonos a nosotros mismos, dando de lado a la gracia de la fe, el atasco sera nuestro freno, y nublado el color del horizonte donde miramos... Dios se revela, se da a conocer, nos ensaña sabiduría, pero Él pone las condiciones... el mundo se rige por su Voluntad y quien lo descubre y reconoce, es quien conoce la esperanza para atravesar el tiempo decididos, serenos y seguros... Recemos el salmo 118, y dispongamos con ello el alma a la fe...

"Enséñame a gustar y a comprender,
porque me fío de tus mandatos. 
Me estuvo bien el sufrir,
así aprendí tus mandamientos. 

Reconozco, Señor, que tus mandamientos son justos,
que con razón me hiciste sufrir.
Por tu mandamiento subsisten hasta hoy,
porque todo está a tu servicio. 

Yo soy tu siervo: dame inteligencia,
y conoceré tus preceptos. 
La explicación de tus palabras ilumina,
da inteligencia a los ignorantes" (Salmo 118)...


Pidamos la salud y la fe para los enfermos del blog, por intercesión del Beato Tito... Que la confianza sea la enseña de nuestra verdadera identidad, y acojamos la Voluntad de Dios con la certeza de que Dios es fiel, y sus caminos, que están por encima de os nuestros, son seguros y firmes... ¡¡ojalá no abandonemos esta ruta por desconocida!!...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria