lunes, 15 de noviembre de 2021

"Dame vida, Señor, y guardaré tus decretos"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Sentí indignación ante los malvados,
que abandonan tu voluntad. 
Los lazos de los malvados me envuelven,
pero no olvido tu voluntad.

Líbrame de la opresión de los hombres,
y guardaré tus decretos.
Ya se acercan mis inicuos perseguidores,
están lejos de tu voluntad. 

La justicia está lejos de los malvados
que no buscan tus leyes. 
Viendo a los renegados, sentía asco,
porque no guardan tus mandatos" (Salmo 118)... 

El ciego que grita por el camino al paso de Jesús, puede ser la luz que encienda hoy en nosotros la fe, para intuir su presencia antes, incluso, de que se manifieste a nosotros... Nosotros somos muy dados a invertir el orden; empezamos pidiendo milagros al margen de la fe, y Jesús insiste en que el verdadero milagro no es otro que la fe que salva... No cualquier clase de fe, porque todo lo demás, volverá a faltarnos de nuevo, y no es ése el objetivo marcado por Jesús al pasar por nuestro lado...

Escuchemos preguntarnos hoy Jesús, a cada uno de nosotros, "qué quieres que haga por tí? "... atrevámonos a pedirle de corazón la fe... Dejémonos salvar por ella, pisemos sobre sus pasos y vayamos con él; mirando en su mirar, a la escucha de su palabra, acogiendo sus propuestas, agradeciendo el don de su paciente condescendencia, para llevarnos hasta él...

Recemos con la liturgia el salmo 118, apropiándonos esta súplica y disponiéndonos a vivir seguros a su lado, acercándonos cada día a la gracia de su Voluntad...


Volvamos a nuestro punto de encuentro y pensemos, hasta recordar a todos, en los enfermos del blog, uno a uno... también sus familias... deseando para todos la salud y pidiéndola al cielo desde la intercesión del Beato Tito, rezamos confiados, sin dudar que el cielo responde y la gracia nos cubre a todos, fortaleciendo la debilidad en cada uno y custodiando la esperanza en cada corazón...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria...