El Padre Tito vivía REZANDO EL ROSARIO y antes de morir se
lo entregó a la enfermera, que no lo quiso porque no sabía rezarlo. Le dijo que
era tan sencillo como que dijera por cada cuenta: “RUEGA POR NOSOTROS
PECADORES”. Se convirtió a los 2 años.
Rezando todos los días el rosario con esta dulce cadena que nos ANUDA a Dios y que le podamos decir: Ruega por nosotros pecadores AHORA Y
EN LA HORA DE NUESTRA MUERTE. AMEN.
Rezar no es algo pasado de moda... el hombre nunca es más grande que cuando arrodilla su corazón ante Dios y reconoce su dependencia de Él...
el hombre es un ser autónomo, pero dependiente...
La presencia de Dios avivada por la fe y la oración, nos va acercando al mundo de la gracia y descubrimos que Dios tiene una Voluntad sobre nosotros... Dios quiere la salud del alma con el mismo afán que nosotros queremos lo que le pedimos a Él. Por eso Él quiere que nosotros asumamos sus deseos, como necesitamos verle a Él asumir los nuestros...
No es cuestión de chantaje, es cuestión de situarnos en el mismo plano y saber que no podemos vivir separados de la raíz que nos mantiene, de la sombra que nos cobija, del corazón que nos ama y de la senda que nos conduce a la Vida...
Vivir es una aventura creadora y creativa... no somos piezas sueltas en el universo, somos hijos del mismo Padre y hermanos unos de otros, y entre todos tenemos que llevar a cabo su Voluntad. Por eso es tan importante darnos cuenta de cuánto nos necesitamos unos a otros y cuánto bien nos podemos hacer estando cerca los unos de los otros...
Una manera eficaz de querernos, de ayudarnos, de acercarnos unos a otros, es rezar.
¡¡¡La mejor manera!!! Nosotros lo hacemos de la mano de hermanos mayores, almas grandes que dejaron huellas porque amaron hasta dar la vida, y sembraron su sangre como semillas para nuestra fe, en la certeza del cielo y en la confianza de que Dios cumple sus promesas...
Por eso, nos acogemos a la intercesión del Beato Tito, poniendo como cada día nuestras intenciones en sus manos, para que Él las presente a la Virgen, nuestra Madre y Ella las ponga en la presencia de Jesús, en la esperanza de que nos sean devueltas en gracia y veamos cumplidos nuestros deseos.
Beato Tito, ruega por nosotros. Incluimos a petición del médico del blog, a Mari Ángeles en el deseo de que recobre la salud; sin olvidar, claro está, a todos por los que pedimos cada día.
Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de
febrero de 1942
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.
Cuando te miro, buen Jesús,
advierto
en ti el amor del más querido
amigo,
y siento que, al amarte yo,
consigo
el mayor galardón, el bien
más cierto.
Este amor tuyo -bien lo sé-
produce
sufrimiento y exige gran
coraje;
mas a tu gloria, en este duro
viaje,
sólo el camino del dolor
conduce.
Feliz en el dolor mi alma se
siente:
la Cruz es mi alegría, no mi
pena;
es gracia tuya que mi vida
llena
y me une a ti, Señor,
estrechamente.
Si quieres añadir nuevos
dolores
a este viejo dolor que me
tortura,
fina muestra serán de tu
ternura,
porque a ti me asemejen
redentores.
Déjame, mi Señor, en este
frío
y en esta soledad, que no me
aterra:
a nadie necesito ya en la
tierra
en tanto que Tú estés al lado
mío.
¡Quédate, mi Jesús! Que, en
mi desgracia,
jamás el corazón llore tu
ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu
presencia
y todo lo embelleces con tu
gracia!
Señor Dios nuestro amante de
la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche
oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las
persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde
siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas,
renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar
por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así
lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su
canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.
Padrenuestro – Ave María – Gloria …