domingo, 12 de marzo de 2017

Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza...




El Padre Tito vivía REZANDO EL ROSARIO y antes de morir se lo entregó a la enfermera, que no lo quiso porque no sabía rezarlo. Le dijo que era tan sencillo como que dijera por cada cuenta: “RUEGA POR NOSOTROS PECADORES”. Se convirtió a los 2 años.
Rezando todos los días el rosario con esta dulce cadena que nos ANUDA a Dios y que le podamos decir: Ruega por nosotros pecadores AHORA Y EN LA HORA DE NUESTRA MUERTE. AMEN.


Rezar no es algo pasado de moda... el hombre nunca es más grande que cuando arrodilla su corazón ante Dios y reconoce su dependencia de Él... 
el hombre es un ser autónomo, pero dependiente...

La presencia de Dios avivada por la fe y la oración, nos va acercando al mundo de la gracia y descubrimos que Dios tiene una Voluntad sobre nosotros... Dios quiere la salud del alma con el mismo afán que nosotros queremos lo que le pedimos a Él. Por eso Él quiere que nosotros asumamos sus deseos, como necesitamos verle a Él asumir los nuestros...

No es cuestión de chantaje, es cuestión de situarnos en el mismo plano y saber que no podemos vivir separados de la raíz que nos mantiene, de la sombra que nos cobija, del corazón que nos ama y de la senda que nos conduce a la Vida...

Vivir es una aventura creadora y creativa... no somos piezas sueltas en el universo, somos hijos del mismo Padre y hermanos unos de otros, y entre todos tenemos que llevar a cabo su Voluntad. Por eso es tan importante darnos cuenta de cuánto nos necesitamos unos a otros y cuánto bien nos podemos hacer estando cerca los unos de los otros... 

Una manera eficaz de querernos, de ayudarnos, de acercarnos unos a otros, es rezar. 

¡¡¡La mejor manera!!!  Nosotros lo hacemos de la mano de hermanos mayores, almas grandes que dejaron huellas porque amaron hasta dar la vida, y sembraron su sangre como semillas para nuestra fe, en la certeza del cielo y en la confianza de que Dios cumple sus promesas...

Por eso, nos acogemos a la intercesión del Beato Tito, poniendo como cada día nuestras intenciones en sus manos, para que Él las presente a la Virgen, nuestra Madre y Ella las ponga en la presencia de Jesús, en la esperanza de que nos sean devueltas en gracia y veamos cumplidos nuestros deseos.


Beato Tito, ruega por nosotros. Incluimos a petición del médico del blog, a Mari Ángeles en el deseo de que recobre la salud; sin olvidar, claro está, a todos por los que pedimos cada día.

Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …