martes, 23 de octubre de 2018

"El hombre no puede vivir sin esperanza"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


La vida cristiana se construye sobre la base sólida de la resurrección de Jesús... ¡¡ése es el acontecimiento que cambia el mundo!!... de ahí, que esta experiencia tiene que habernos tocado el alma para tener en nosotros la capacidad de lanzarnos a divulgar la  gran noticia, aportando desde nosotros al reino de Dios visibilidad, a fin de que otros muchos puedan también recibir la fe y acercarse a la gracia...

Desde esta mirada, las perspectivas al vivir, al luchar, al sufrir, al amar, adquieren otras dimensiones, se valoran con otras expectativas, y la eficacia se mide desde otros barómetros... "la certeza interior que nos habita es la convicción de que la resurrección de Jesús ha penetrado la trama oculta de la historia y Dios actúa por ello, en todas las circunstancias, prósperas y adversas, fecundando todas las buenas acciones... Pero, eso sí, es Él quien administra el arsenal de gracias desplegado en el vivir, desde tantos gestos simples, de tantos hombres y mujeres de buena voluntad, que por creer en Cristo deciden adherirse a su obra y vivir de su Palabra y de la gracia que nos llega por los sacramentos...

Ésta es la verdadera base del espíritu misionero y evangelizador al que somos convocados todos los bautizados... "Para mantener vivo el ardor misionero -dice el Papa- hace falta una decidida confianza en el Espíritu Santo, porque Él «viene en ayuda de nuestra debilidad» (Rm 8,26). Pero esa confianza generosa tiene que alimentarse y para eso necesitamos invocarlo constantemente. Él puede sanar todo lo que nos debilita en el empeño misionero. Es verdad que esta confianza en lo invisible puede producirnos cierto vértigo: es como sumergirse en un mar donde no sabemos qué vamos a encontrar. Pero no hay mayor libertad que la de dejarse llevar por el Espíritu, renunciar a calcularlo y controlarlo todo, y permitir que Él nos ilumine, nos guíe, nos oriente, nos impulse hacia donde Él quiera" (EG. n.280)...


Traspasemos la puerta de la fe y busquemos el sentido cristiano en nuestro vivir cotidiano... acojamos la llamada a ser evangelizadores, dejándonos antes evangelizar... Busquemos la relación con Jesús asiduamente y dejémonos penetrar por su sabiduría aprendiendo a vivir en su escuela... Pensemos unos en otros cuando estemos junto a Él y repasemos uno a uno a los enfermos del blog... todos... también sus familias... Ayudados de la intercesión del Beato Tito, pongamos nuestras plegarias al centro y aguardemos confiados hasta ver florecer nuestra fe en los frutos que deseamos... Nuestro camino nos está acercando al Señor y eso es ya una riqueza que tenemos que agradecer y acrecentar...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...