jueves, 28 de febrero de 2019

"Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Protagonista también hoy en la liturgia la confianza, porque este cimiento contiene bienaventuranza para el ser humano, que débil, vulnerable, necesitado, tiene que abrirse camino en la vida, al andar; acertando al elegir y al escoger, dejándose iluminar por la palabra de Dios, mientras va todavía de camino...

Por las conclusiones a que nos llevan las lecturas de la misa, encontramos la respuesta dada en el salmo 1, que la Iglesia ha tenido a bien colocarnos, como oración reposada, para ayudarnos a guardar la palabra, dándonos cuenta de su importancia... 

Conocemos esta gracia de la confianza y la buscamos cada día todos juntos, ayudándonos unos a otros a vivir los valores que la provocan en nosotros, y que alimenta y da crecimiento a nuestra fe... Por eso, escuchemos a Dios mismo pronunciar en nuestro corazón esta bienaventuranza y devolvámosle su misma palabra como un sí... amen... firme, seguro, confiado...

"Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los Cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. 

Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin. 

 No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal" (salmo 1)...


Sumando a ello nuestro recuerdo por los enfermos del blog... pensado en cada uno... también sus familias... miremos al cielo necesitados, suplicantes y con la intercesión del Beato Tito, presentemos a Dios cada situación, cada combate, cada lucha, de cada uno de los que peregrinamos al paso de la fe y la esperanza, por la senda, empinada a veces, de la confianza...
¡¡estamos convencidos!!... "confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...