sábado, 30 de mayo de 2020

"Los buenos verán tu rostro, Señor"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Hay que personalizar la vida en la fe, porque es único, original, e irrepetible, el camino trazado para cada uno, por iniciativa de quien nos ha pensado al darnos el ser, a sabiendas de en qué momento veníamos a la vida... ¡¡Si valoráramos la vida desde esta prisma!!, pero no, nosotros solemos entender la vida al azar, y entregamos a la casualidad las posibilidades, objetivas y subjetivas, que valoramos nosotros, además, matizando, como suerte o desgracia, según donde amaine el viento, como nosotros calculemos, condicionados siempre por nuestros anhelos y deseos, de evitar lo que no nos gusta, y soñar sólo lo que queremos...

No es por ahí, el tiempo tiene su función, es cierto, pero no deja de ser algo pasajero y caduco... ¡¡ojalá valoráramos el tiempo dándole todas sus posibilidades, porque, eso sí, nuestra actitud frente al tiempo y lo temporal, determinará el provecho que saquemos de ello y los frutos que cosechemos, una vez sazonada nuestra planta en la tierra de la vida, al entregar los frutos al Amo que con tanta generosidad dejó prendida su semilla en nosotros...

Dios se fió de ti, de mí, de todos, dándonos valores eternos, que podemos nosotros dejar baldíos por falta de conocimiento, cuidado y atención... Será el Espíritu, donado al mundo en Pentecostés, el Espíritu Santo, quien puede abrirnos al conocimiento de la verdad, y ayudarnos a vivir a la altura de nuestra dignidad... Dispongámonos suplicantes a ser invadidos por la fuerza de lo alto ¡¡deseemos esta gracia!! ¡¡pidamos al Espíritu sus dones!! cultivemos la fe acercándola a los sacramentos, y tomemos en serio el anuncio del evangelio... Hoy la Iglesia recoge en su liturgia el salmo 10 en respuesta a la Palabra... recemos alimentando la fe en la alabanza, dejándonos acariciar el alma en el consuelo que nos puede aportar este don siempre activo y eficaz...

"El Señor está en su templo santo,
el Señor tiene su trono en el cielo;
sus ojos están observando,
sus pupilas examinan a los hombres.

El Señor examina a inocentes y culpables,
y al que ama la violencia él lo odia.
Porque el Señor es justo y ama la justicia:

los buenos verán su rostro" (Salmo 10)...

Los buenos verán tu rostro, Señor”… – POR LA INTERCESIÓN DEL BEATO ...

Mantengamos el corazón en la confianza, aunque nos cueste interpretar la realidad... bástenos saber, que Dios sabe, y viene con nosotros... Pensemos, hasta recordar a todos, como cada día, en los enfermos del blog... uno a uno... también sus familias... sumando, como no puede ser de otro modo, los que siguen victimas de esta pandemia, y los "tantos", que les dejó su paso, una herida en el alma muy profunda por la pérdida de los que se fueron sin avisar... Miremos al cielo acogidos a la intercesión del Beato Tito, y pidamos, para todos, la salud, la fe, la fortaleza y la esperanza... No nos separemos de Dios al cruzar este momento incierto, difícil y oscuro, porque también conduce a la vida, y dejará sin duda, huella en nosotros, ojalá habiéndonos visto crecer en lo verdadero, y aprender de dónde no nos debemos nunca soltar hasta llegar donde vamos...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria