domingo, 28 de noviembre de 2021

"A ti, Señor, levanto mi alma"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Estrenamos año cristiano y la liturgia será la encargada de introducirnos en los misterios de Cristo, iluminando nuestra fe y disponiéndonos a vivir de ella cada día, dando al tiempo su verdadero sentido y encendiendo en nosotros el deseo del cielo... impulsándonos con ello a dejar a nuestro paso por este mundo, signos del Reino que ya está entre nosotros...

El adviento -con el que empieza el ciclo litúrgico- es un preámbulo de cuatro semanas de preparación para recibir el don "inmerecido e impensable" de la Encarnación... el amor de Dios no podía dejar en manos del pecado al ser humano, hecho a su imagen y semejanza, y decide por ello tomar nuestra carne, y venir hasta nosotros a librarnos de sus garras... Jesús viene a salvarnos...

Es por ello, que comienza el adviento exhortándonos a la vigilancia activa, ayudándonos a reconocer que el tiempo es camino, y debe ser recorrido en el sentido correcto para que nos lleve donde vamos... Dejémonos iluminar por la luz de la fe y acerquémonos a la gracia que Dios derrama de manera abundante en los tiempos fuertes, que por la liturgia adquieren especial eficacia... El salmo 24, rezado hoy, es una súplica activa que puede generar en nosotros la actitud adecuada para que Dios nos visite, y nosotros reconociéndolo, lo acojamos...

"Señor, enséñame tus camino,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. 

V/. El Señor es bueno y es recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes. 

V/. Las sendas del Señor son misericordia y lealtad
para los que guardan su alianza y sus mandatos.
El Señor se confía a los que lo temen,
y les da a conocer su alianza" (Salmo 24)...


Perseverar en la oración es acertar en la búsqueda... Recordemos entonces a los hermanos que caminan por "cañadas oscuras" y alumbremos su camino con la luz de nuestra fe... la de todos en comunión, uniéndonos además a la comunión de los santos, de donde podemos extraer lo que nos falte a nosotros... Pensemos en todos los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... y amparados en la intercesión del Beato Tito, miremos al corazón de Dios y pidamos... pidamos la salud para todos ellos y un aumento de gracia santificante que conceda eficacia a la oración de todos...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria..