martes, 17 de julio de 2018

"Me consumo de celo por el Señor, el Dios de los ejércitos"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Tiene distintas paradas el mes de Julio dentro del Carmelo, adornando sus días con el recuerdo de quienes han sabido acertar al vivir, dando acogida al don de Dios, hasta florecer... La liturgia recoge un empedrado de santos carmelitas, que como estrellas, dan luz al encanto de sus días...

No obstante, se suma al soporte firme de la figura de la Virgen, nuestra Madre; otro "venero" que nutre con su riqueza, los sabrosos frutos que el Carmelo ofrece donde alimentar su identidad... Elías, nuestro padre, el gran profeta, que con su celo por la gloria de Dios, nos enseña a afinar los sentidos interiores para percibir la presencia salvadora del Dios-con-nosotros, para, desde ella, proyectarnos al vivir...

Llamamos "pascua carmelitana" a estos días, que tan cercano unos de otros, nos permiten alargar la celebración de la Madre saboreando las bendiciones que el cielo derrama sobre nosotros y que seguimos gustando muy cerca de Ella, sin separar nuestra mirada de la suya fortaleciendo con ello nuestro pisar... 

Esperamos entonces la solemnidad del día 20 con el corazón agradecido, sin dejar de cuidar las semillas de esperanza que cayeron en nosotros durante estos días, a la espera de una cosecha fértil por la calidad del germen que gratuitamente hemos recibido... La Virgen nos trae al Carmelo para darnos de sus mejores frutos, que si los acogemos bien dispuestos, ellos mismos nos hacen disponibles para compartirlos...


Seguimos haciendo nuestra ruta los peregrinos de la confianza de manos de la Virgen, hasta el monte santo que es Cristo; y acercamos la fuerza de la comunión a los enfermos del blog, a todos, uno a uno... también sus familias... manteniendo la opción por la confianza porque sabemos que los tesoros escondidos a lo largo de este camino, que se siembran en la fe, florecen copiosamente en el corazón de cada uno y dan frutos de vida para vivir con sentido el don de cada día y compartirlo hasta quedar todos enriquecidos...

Miramos al cielo, al amparo de la Madre, apoyados en la intercesión del Beato Tito que nos ayuda con su fe a madurar la nuestra por las sendas de la voluntad de Dios, a veces oscurecidas por los interrogantes de lo real, pero que hemos de avanzar cada día en la confianza de corazón que es la llave de los milagros que esperamos...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...