jueves, 3 de septiembre de 2020

"Del Señor es la tierra y cuanto la llena"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Fiarse de la Palabra de Dios aun en contra de la evidencia es la mejor disposición para recibir dones multiplicados, que nos permitan reconocer a Dios en medio de los avatares de la vida, presente y cercano, dándonos en abundancia lo que buscamos de tantas maneras , muchas de ellas, sin éxito aparente... «nos hemos pasado la noche bregando -dice Pedro a Jesús- y no hemos cogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes»... este gesto valioso, confiado, desprendido, es la verdadera actitud, preámbulo de cada milagro que Dios hace, dándonos el ciento por uno en lo que constituye nuestra vida, que tantas veces no tenemos, ni encontramos al faenar... 

Dejemos sentar a Jesús en nuestra barca y escuchemos su Palabra... incorporémonos a la misión de Jesús, aceptemos su propuesta de acercar el Reino al presente, y vayamos con Él, o mejor, dejémosle venir con nosotros surcando caminos nuevos, que nos lleven a otros espacios, con otros recurso menos competitivos, menos manipuladores, más acordes con lo que Dios quiere y reclama de nosotros, para nuestro bien, y el bien de todos...

San Pablo dice hoy en la primera lectura, que "la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios"... ¿de quién y dónde aprendemos nosotros? ¿a qué escuela estamos adscritos?... el sabio sabe que no sabe, y se arrima sediento a la fuente de la que bebiendo, agua pura, puede calmar su sed... no nos cerremos al don de Dios... abramos el alma a la fe, y vayamos con Jesús a expandir el consuelo de la salvación, dejándonos instruir por su Palabra, su presencia, y su gracia...

"Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos. 

¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos. 

Ése recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Éste es el grupo que busca al Señor,

que viene a tu presencia, Dios de Jacob" (Salmo 23)...

Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios. - 1 Corintios 3:19  - Sunday Social

Recordando, como solemos hacer cada día, a los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... los infectados de covid por la pandemia... sus familias... volvemos a mirar al cielo suplicando salud para todos a través de la intercesión del Beato Tito, en la esperanza de que el cielo desborde bendiciones y nos cubra... 

"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria