sábado, 6 de febrero de 2021

"El Señor es mi pastor, nada me falta"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


La novedad de Jesús se hacía muy atrayente para la gente sencilla, y conmueve ver aparecer muchedumbres donde sospechaban que podrían encontrarle, despertando en Jesús la compasión e incitándole a hacer tantos milagros... a la vez, Jesús aprovecha para enseñar "muchas cosas" dice la escritura, porque les veía errantes, como ovejas que no tienen pastor...

La Palabra de Dios es una gracia eficaz que hemos de salir a buscar y escuchar cada día de labios de Jesús, hasta despertar en nosotros a la fe verdadera... el Reino necesita seguidores que expresen sus valores en el tiempo, haciendo del mundo el lugar de convivencia común creado por Dios para que el ser humano se realice como persona y crezca en su dignidad de hijo de Dios, conociendo el amor verdadero, viviendo de él, para poder compartirlo y multiplicarlo...

Hagámonos los encontradizos donde pensemos que podamos vernos con Jesús, y decidamos con firmeza vincularnos a Él para saborear su Palabra, disponiéndonos a dejarle realizar sus signos en nosotros... Descansemos el alma en el salmo 22, servido hoy en la liturgia y no demos un paso atrás de los que nos hayan ya acercado hasta él...   

 "El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas. 

Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. 

 Preparas una mesa ante mi,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. 

Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término" (Salmo 22)...


Necesitados de la gracia y deseosos de vivir de ella, dispongámonos a rezar unos por otros y unos con otros... la fuerza de la comunión ¡¡no lo olvidemos!!... el poder de la confianza ¡¡no dudemos!!... recordemos a los enfermos del blog... a todos , uno a uno... también sus familias... pensemos en cada uno y miremos al cielo con el corazón suplicante... amparados en la intercesión del Beato Tito mantengamos la esperanza... la fe... la confianza... Dios es nuestro Padre y sabemos que su amor por cada uno es inmenso... infinito... su Voluntad nos supera , pero no por ello dejamos de fiarnos de Él... permitamos a la gracia sostenernos mientras vamos de camino... Dios viene con nosotros...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria