viernes, 28 de enero de 2022

"Misericordia, Señor: hemos pecado"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Guarda un misterio grande dentro de sí el Reino de los cielos, que expande Jesús en su Palabra, dejando semillas en las personas de buena voluntad que salen al camino y acogen la gracia de la fe sin resistencias... Acerquémonos a la Palabra de Dios y escuchemos atentos su enseñanza; no pensemos que la aventura de la fe es algo subjetivo, que cada uno interpreta a su apaño, según las expectativas que pone en ella....

La fe cristiana es revelación... es Dios mismo, en Jesús, quien tomando nuestra misma condición, ha venido hasta nosotros para contarnos lo que no ven nuestros ojos, ni se aprende, si no te lo den desde arriba; pero que a la vez, está operativo en el tiempo, acercando la vida humana a la de Dios, para aprender a vivir como Dios quiere...

No pretendamos ser los dueños del mundo y de la historia, porque eso no está en nuestras manos... nuestra actitud humilde determinará la capacidad que damos nosotros a la gracia y la fe, para que Dios haga maravillas en nosotros, y a través de nosotros... Es oportuno el salmo 50, para mirar al Señor hoy, y reconocer que nos falta sintonía con la voluntad de Dios, y no es nuestro objetivo cumplirla como Dios la acerca a nosotros, cada día, y en cada acontecer...

"Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. 

Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces. 

En la sentencia tendrás razón,
en el juicio resultarás inocente.
Mira, en la culpa nací,
pecador me concibió mi madre. 

Hazme oír el gozo y la alegría,
que se alegren los huesos quebrantados.
Aparta de mi pecado tu vista,
borra en mí toda culpa" (Salmo 50)...


Como cada día, volvamos a rezar unos por otros poniendo en vanguardia a los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... acogidos a la intercesión del Beato Tito, pidamos con fe y esperanza, la salud para ellos, de cuerpo y alma... Que valoremos la gracia como verdadero objetivo en la búsqueda de Dios y de sus dones y que seamos coherentes al rezar, al creer, al pedir, al interceder... No dudemos nunca del amor de Dios ni desconfiemos de su Voluntad... en ella somos amados, cuidados, protegidos...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria...