domingo, 30 de junio de 2019

"Tú eres, Señor, el lote de mi heredad"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Mientras Dios no sea el lote de nuestra heredad, estaremos interiormente divididos, y nos parecerá la fe una carga, en vez de un don y una posibilidad... Jesús, que es Dios, aparece hoy en la liturgia, resuelto a entrar en el misterio del dolor para abrirnos paso a nosotros, en los oscuros caminos de la vida que no sabemos pisar, y que a la vez, todos dificultamos queriendo abrir senderos donde no hay destino...

El seguimiento a Jesús conlleva desprendernos de lo que no nos deja ser libres para amar, y Jesús nos enseña invitándonos a ir con Él, al eco de su Palabra... La segunda lectura de la misa de hoy es una lección práctica de sabiduría, que por la eficacia de la liturgia, debemos aprovechar para escuchar en el hondón del alma y dejarlo guardarlo al calor de la oración, para que los frutos que cosechemos de ello, sean copiosos... 

El salmo 15, es precioso rezarlo, mezclando la alabanza con la fe hasta darnos cuenta de que Dios es todo lo que necesitamos para vivir... además lo tenemos tan próximo, que convive con nosotros y no se aparta nunca de nuestro lado...

"Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Yo digo al Señor: «Tú eres mi Dios».
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa,
mi suerte está en tu mano. 

Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré.

Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa esperanzada.
Porque no me abandonarás en la región de los muertos
ni dejarás a tu fiel ver la corrupción. 

Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha" (Salmo 15)...


Recordando a los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... miramos al cielo pidiendo para ellos la salud y un aumento de gracia que les ayude a percibir el amor de Dios que les cobija en medio de la noche por la que atraviesan... Que la intercesión del Beato Tito nos arranque del cielo el milagro de su curación y se vean salvos de la enfermedad y vueltos a Dios para atraer a muchos... -tengamos mañana un recuerdo especial por José María que será intervenido. El reza cada día por los enfermos de este blog, y hoy le apoyamos a él para que supere este bache con éxito-...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …