martes, 30 de junio de 2020

"Señor, guíame con tu justicia"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!



¡¡Cuántas tempestades, sin tormentas, aparecen en nuestro horizonte sin avisos!!... no podemos deshacernos del miedo mientras recorremos la vida ¡¡de tantas maneras disfrazado!!... lo importante es que Jesús esté en nuestra barca, aunque sea dormido, pero que podamos zarandearle y pedirle socorro, aun expuestos a escuchar su reproche "por qué tenéis miedo, hombres de poca fe"...

No suele la vida responder a nuestras expectativas, porque además ampliamos nuestros sueños cada día, y no solemos adecuar nuestras iniciativas al querer de Dios, cribando nuestros deseos al eco de sus Palabras, nuestra escala de valores en sus prioridades... Dios quiere otro mundo, espera de nosotros otra actitud y otros compromisos que hemos de incorporar a nuestra vida, dejándonos atraer por su presencia, su gracia, y su cercanía...

Todo es transitorio... sólo el amor de caridad humaniza el corazón, y nos capacita para ser fermento en la masa, dejando aparecer el Reino en el tiempo... El salmo 5, es oración de alabanza suplicante, que expresa la fe necesitada de misericordia, que no dudamos recibir de Dios si lo pedimos...

"Tú no eres un Dios que ame la maldad,
ni el malvado es tu huésped,
ni el arrogante se mantiene en tu presencia. 

Detestas a los malhechores,
destruyes a los mentirosos;
al hombre sanguinario y traicionero
lo aborrece el Señor. 

Pero yo, por tu gran bondad,
entraré en tu casa,
me postraré ante tu templo santo

con toda reverencia" (Salmo 5)...

El rey David dictando los salmos a los escribas (Museo del Louvre ...

Fortalezcamos la comunión, porque ella es un reclamo de la intercesión... nos necesitamos todos para atravesar este mar embravecido.... pensemos en nuestros enfermos que siguen luchando su batalla cada día... uno a uno... también sus familias... pero, lógicamente seguimos sumando el dolor del momento presente en tantos hermanos y hermanas que se ven sorprendidos por los efectos de esta pandemia en propia carne... Miremos al cielo con fe, seguros de que Dios está a nuestro lado y su gracia nos sostiene y nos socorre... Acudimos, como cada día, al Beato Tito para apoyarnos en su intercesión y pedirle su valiosa ayuda... Que el cielo derrame sobre nosotros la misericordia que necesitamos y suplicamos con fe, humildes, insistentes, perseverantes...
"confiando en el Señor, no me he desviado"

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria