martes, 10 de abril de 2018

"No se turbe vuestro corazón ni se acobarde"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"El Paráclito, el Espíritu Santo que enviará el Padre en mi nombre, 
será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho. 
La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. 
Que no se turbe vuestro corazón ni se acobarde" (Jn. 14, 26-27).

La Paz del Resucitado es un don del cielo que no conocemos hasta que el cielo nos lo da... Jesús lo ha dejado entre nosotros y para nosotros, pero hay que darle cabida y acogida para que prenda y se expanda, dejando rastro en el alma y talante al vivir... Necesitamos dar el salto a la fe porque nuestra mirada necesita ampliar el horizonte para vivir de esperanza... Tenemos que involucrarnos en la conquista de ese mundo diferente que ha hecho posible Jesús, venciendo a la muerte para darnos valor en la vida... Pero ciertamente, no podemos confiar en el Señor, si no conocemos al Señor del que nos fiamos...

Hagamos camino al sepulcro vacío y escuchemos allí lo que nos dijo Jesús antes de morir... nos trazó el camino entero para que al venir de vueltas, viendo que nuestro camino no conduce donde queremos llegar, encontraramos la senda por la que avanzar seguros... Dios que nos conoce y nos ama, sigue a nuestro lado ofreciéndonos la luz que nuestros ojos necesitan para acercarnos a los dones que perduran en el tiempo y se proyectan en lo eterno ...


Encontrarnos cada día los peregrinos de la confianza en el mismo punto para avanzar, es una gracia que recibimos unos de otros y nos ayuda a crecer en la comunión... Sigamos alumbrando unos la fe de los otros y confiemos... el cielo tiene gracias abundantes para cada uno y las iremos incorporando a nuestra vida en lo cotidiano, asumiendo los riesgos de fiarnos de Dios, a pesar de las dificultades...

Pensemos en los enfermos del blog... en todos, uno a uno... también en sus familias... y acogidos a la intercesión del Beato Tito, esperemos del cielo milagros para cada uno... De Dios se alcanza, cuanto de Él se espera... seamos ambiciosos entonces y alarguemos la mano dispuestos a recibir... Sabemos que muchos pasan tramos difíciles, oscuros y complicados... pero Dios tiene poder y nosotros confianza... 
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María