miércoles, 29 de junio de 2022

Peregrino de la confianza, ven a dar gracias a Dios por la canonización de San Titus Brandsma...


La intercesión de los santos es poderosa,
y la muerte del mártir es semilla de nuevos cristianos.
Os invitamos a todos y os esperamos.
Seamos agradecidos.
Demos gracias a Dios por este hijo del Carmelo
que ha sabido llevar su testimonio hasta las últimas consecuencias.


San Titus Brandsma, ruega por nosotros:

"Dios de la paz y de la justicia,
Tú que abres nuestros corazones al amor
y a la alegría del Evangelio
incluso en medio de las innumerables formas de violencia
que pisotean la dignidad de nuestros hermanos y nuestras hermanas,
ayúdanos con tu gracia,
para que, como san Titus Brandsma,
podamos con compasión, ver más allá de los horrores de la injusticia,
y contemplar tu gloria que resplandece a través de los mártires
de todos los tiempos, y ser así tus testigos auténticos en el mundo de hoy. Amén".

jueves, 9 de junio de 2022

San Titus Brandsma, ruega por nosotros...


Oración escrita por San Titus Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


8. Oh Jesús, cuando te contemplo

‘Oh Jesús, cuando te contemplo’

El poema ‘Oh Jesús’, que escribió Tito Brandsma -y que fue sacado a escondidas de la cárcel- fue un consuelo para muchos.

La inscripción

Tito escribió el poema en dos días, el 12 y el 13 de febrero de 1942, en la cárcel de Scheveningen, destinada para presos políticos. El poema nos sitúa “Ante la imagen de Jesús”. En su celda, Tito ha colocado tres pequeñas ilustraciones del breviario sobre su pequeña mesa plegable: la imagen de Cristo en la cruz, con las llagas del Sagrado Corazón; Santa Teresa con su dicho Mori aut pati (morir o sufrir), y, San Juan de la Cruz con su Pati et contemni (sufrir y ser despreciado).

El verso inicial

El verso inicial evoca la atmósfera de atención contemplativa. Sentado en silencio “ante la imagen de Jesús”, Tito Brandsma mantiene su mirada amorosa dirigida a Jesús en la cruz. El lamento “Oh Jesús” expresa la intimidad de su atención.

Otro día que vivo, que... que...

La devoción nos hace “salir de la tibieza” y “despierta al amor”. En su descripción del movimiento de amor procedente de Tito y del movimiento contrario procedente de Jesús, Tito describe no solo el amor recíproco que experimenta sino, más que eso, una amistad especial. Los buenos amigos deben cuidarse mutuamente para que no se pierda el valor de la amistad. En “Oh, Jesús”, el carácter especial de la amistad surge del sufrimiento mutuamente compartido.

El sufrimiento compartido en la amistad

Un amigo pide el valor de sufrir, un “amigo especial” pide “el valor de sufrir más”. Esto pasa a ciencia cierta cuando hablamos de la amistad con Jesús, que carga con el sufrimiento de la humanidad. Quien sufre con su amigo es como él. Así, los discípulos de Jesús se “asemejan” a aquel que les precedió en el camino del “sufrimiento”, en la solidaridad del sufrimiento que conduce a su Reino de paz. Los amigos desean “parecerse” unos a otros, no desean ver a su amigo solo, desean compartir la suerte de su amigo. En este sentido, Tito dice: “Para mí todo sufrimiento es bueno”. Los amigos soportan el sufrimiento del otro, por lo que “todo sufrimiento”, que en sí mismo es malo, es “bueno” para “mí” como “amigo”.

La unión con Dios

¿Quiere hacer Tito una glorificación del sufrimiento? No, aquí opera una lógica espiritual: el sufrimiento compartido en la amistad es el camino del bien; la dicha es el florecimiento último del bien; ésta es la unión con Dios. El amigo “sabe” que su amigo se ha tomado en serio su sufrimiento. Ya no le pertenece solo a él. Su amigo también lo soporta. Sin embargo, lo más importante aquí es la meta final del camino: la unión con Dios. Esto es, el corazón de toda devoción. El sufrimiento trasciende la conciencia de sí mismo y solo puede, como en éxtasis, gritar: “Oh, Dios”.

O, déjame aquí

Tito señala en su carta de la prisión que puede hacer “mucho frío” en invierno. Pero esto no tiene por qué cambiar para él: “Solo déjame aquí”, aquí “ante la imagen de Jesús”. En este punto del poema empieza a resonar el motivo “conmigo”. La soledad está al servicio de la interiorización de la dicha recibida en el sufrimiento compartido de la amistad. El “aquí solo” no le lleva a estar “cansado”.

Tu presencia hace que todo sea bueno para mí

La soledad es el lugar donde Tito puede exponerse a la dicha del sufrimiento compartido en la amistad. Para Tito, el significado de ‘Jesús conmigo’ y ‘nunca tan cerca de mí’ radica en el sufrimiento compartido en la amistad como camino hacia el Reino de Jesús, que conduce a la unión con Dios, que alcanza su clímax en las dos últimas líneas: “Quédate conmigo, conmigo, dulce Jesús, / Tu presencia hace que todo sea bueno para mí”. La potencia ocupante define el curso de los acontecimientos ‘en la cárcel’ pero hasta ‘aquí’, en la celda de Tito ‘ante la imagen de Jesús’, su influencia no se extiende


Sigamos encomendando a nuestro enfermos a su poderosa intercesión y demos gracias a Dios por su testimonio y por su canonización.

San Titus Brandsma, ruega por nosotros:

"Dios de la paz y de la justicia,
Tú que abres nuestros corazones al amor
y a la alegría del Evangelio
incluso en medio de las innumerables formas de violencia
que pisotean la dignidad de nuestros hermanos y nuestras hermanas,
ayúdanos con tu gracia,
para que, como san Titus Brandsma,
podamos con compasión, ver más allá de los horrores de la injusticia,
y contemplar tu gloria que resplandece a través de los mártires
de todos los tiempos, y ser así tus testigos auténticos en el mundo de hoy. Amén".

martes, 7 de junio de 2022

San Titus Brandsma, ruega por nosotros...


Oración escrita por San Titus Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


3. Sobre la Eucaristía

En el Santísimo Sacramento Cristo se nos da de nuevo, y no solo Él como Segunda Persona de la Santísima Trinidad, no, nos dice que las tres Personas fijarán su morada en nuestro corazón, si estamos unidos a Él” -Titus Brandsma-

La vida eucarística del Carmelo

Por ser de una importancia central para la vida cristiana, no sorprende encontrar la Eucaristía en el corazón de la vida Carmelitana, ya desde sus remotos inicios. Los primeros carmelitas construyeron un oratorio en medio de sus celdas del Monte Carmelo para facilitar la oración común y la celebración de la Eucaristía. Este espacio sagrado sería un punto focal para el encuentro de unos con otros y con el Señor resucitado. Hasta las reformas del papa Pío X a comienzos del siglo XX, no era habitual la recepción diaria de la Sagrada Comunión. Sin embargo, siguiendo lo establecido en la Regla del Carmelo, la recepción diaria del Sacramento era habitual en las comunidades carmelitas desde mucho tiempo antes.
También era una constante en la vida y espiritualidad de Tito Brandsma, que ingresó en la Orden del Carmen en 1898, en Boxmeer (Holanda), una ciudad muy devota de la Eucaristía.

Alimento para el viaje

Tito estaba convencido de que nuestra vida espiritual, igual que nuestra vida física, necesita alimentarse. En Elías, el profeta del Carmelo, veía el modelo de la vida carmelitana. Tal como Elías, en su viaje a través del desierto hasta llegar al Monte Horeb, fue sostenido por un alimento celestial y milagroso, también nosotros somos fortalecidos por el don de la Eucaristía mientras “realizamos el viaje de la vida de aquí abajo”. Tito fue detenido por su intrépida defensa de la libertad de la prensa católica y de los derechos humanos fundamentales en los Países Bajos ocupados por los nazis, Tito vivió la experiencia de este “caminar con la fuerza del pan divino” cuando hubo de recorrer su propio viacrucis, entre enero y julio de 1942, hasta acabar en el campo de concentración de Dachau.

De celebrar frecuentemente la Eucaristía

Tito se reafirmaba en la importancia de celebrar frecuente de la Eucaristía leyendo a los santos carmelitas como María Magdalena de Pazzi y Teresa de Ávila. También lo destacó al presentar la vida y mensaje de la santa Lidwina, venerada a nivel nacional en los Países Bajos.

Orar después de la Comunión

Siguiendo la tradición carmelitana, Tito subraya la importancia de dedicar un tiempo a orar después de recibir la sagrada Comunión. Es un momento realmente contemplativo, ya que, después de recibir al Señor resucitado, tratamos de permanecer abiertos para que Él realice grandes cosas en nosotros. Tito vincula esta oración después de la Comunión con la figura de Elías: “En las grutas del Horeb Dios habló al profeta mediante el susurro de un viento suave. El Señor no estaba en la tormenta, ni en el terremoto, sino en el viento sutil. También nosotros, después de la Comunión, permanecemos en las profundidades de nuestro espíritu en contemplación ante las especies eucarísticas, ya que Dios está pasando”.

Comunión espiritual

Santa Teresa de Ávila recomienda con frecuencia la comunión espiritual cuando no se puede recibir el Sacramento. Probablemente Tito no debía imaginarse antes de ser detenido hasta qué punto sería importante esta práctica para su vida, como tampoco los lectores de santa Teresa habrían advertido tal vez la importancia de la comunión espiritual antes de este tiempo de pandemia. Tito tuvo en Dachau la posibilidad de recibir la sagrada Comunión, incluso el día de su muerte, pero no siempre fue así. En la cárcel de Scheveningen, no pudiendo celebrar Misa con pan y vino, Tito explica: “Cada mañana, me arrodillo y digo las oraciones de la Misa diaria y la comunión espiritual”. En el campo de Amersfoort guiaba la oración comunitaria rezando con sus compañeros de prisión la comunión espiritual.

La Eucaristía y la contemplación

Una enseñanza que Tito Brandsma repetía a menudo es que “la vida contemplativa mística es fruto de la vida eucarística”. De la Eucaristía recibimos la fuerza para acoger el don de la contemplación. Decía a un grupo de jóvenes: “Las buenas obras no son suficientes: es necesario concienciarse de que servir a los hermanos es una exigencia de nuestra unión con Dios”.

                                                                     Te Adoro

En su celda de la cárcel de Scheveningen, después de la comida, Tito rezaba el conocido himno Adoro te devote. Él mismo lo explica en su escrito “Mi celda”, en el cual narra su experiencia durante el tiempo de cárcel: “El Adoro te devote pasó a ser mi oración preferida. Con frecuencia la canto en voz baja y me es de gran ayuda como comunión espiritual”. He aquí el inicio y el final:

Te adoro con devoción,
Dios escondido,
oculto verdaderamente
bajo estas apariencias.
Jesús, a quien ahora veo oculto,
te ruego que se cumpla
lo que tanto ansío:
que al mirar tu rostro cara a cara,
sea yo feliz viendo tu gloria.


Sigamos encomendando a nuestro enfermos a su poderosa intercesión y demos gracias a Dios por su testimonio y por su canonización.

San Titus Brandsma, ruega por nosotros:

"Dios de la paz y de la justicia,
Tú que abres nuestros corazones al amor
y a la alegría del Evangelio
incluso en medio de las innumerables formas de violencia
que pisotean la dignidad de nuestros hermanos y nuestras hermanas,
ayúdanos con tu gracia,
para que, como san Titus Brandsma,
podamos con compasión, ver más allá de los horrores de la injusticia,
y contemplar tu gloria que resplandece a través de los mártires
de todos los tiempos, y ser así tus testigos auténticos en el mundo de hoy. Amén".

lunes, 6 de junio de 2022

San Titus Brandsma, ruega por nosotros...


Oración escrita por San Titus Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


4. Testigo del Perdón

Buscando Diálogo

Durante toda su vida, el P. Tito Brandsma fue un hombre de perdón y de reconciliación incluso en las situaciones y contextos más complicados. Cuando fue Asistente de la prensa católica tuvo que afrontar situaciones complejas (crispación política, tensión, luchas sindicales, radicalización, etc) y siempre hizo gala de un talante dialogante, abierto a la escucha de todos. Ello le valió el apodo de “el reconciliador”.

Igualmente, durante el año en que ocupó el cargo de Rector Magnífico de la Universidad Católica de Nimega, el profesor Brandsma intentó crear un ambiente de diálogo y buscó siempre encontrar ámbitos de encuentro y entendimiento. No fue fácil, ya que las universidades centroeuropeas al principio de los años 30 se encontraban en un ambiente de extrema tensión entre radicalismos de diverso signo (comunistas, fascistas, nacionalistas, etc).

Quizás en este marco podemos entender mejor su afición por el esperanto, la lengua artificial creada por Ludwig Zamenhof para evitar tanto la división (incluso la violencia) provocada por la no siempre fácil convivencia de lenguas, como para rechazar el colonialismo lingüístico que, en no pocas ocasiones, lleva a la imposición. El esperanto fue para él - quizás de forma algo romántica - un instrumento de entendimiento, una forma de superar las barreras lingüísticas que, en no pocas ocasiones, se convierten en barreras raciales, supremacistas, y discriminatorias.

Ecumenismo

Igualmente, desde este punto de vista, se entiende en toda su profundidad la actitud ecuménica del beato Tito. Nuestro carmelita fue un verdadero pionero del ecumenismo en el Carmelo. Formó parte, con gran entusiasmo, del llamado “Apostolado de la reunificación”, orientado al mejor conocimiento y al acercamiento de los católicos con las iglesias orientales. Asimismo, mostró siempre un actitud muy respetuosa y cercana hacia los protestantes (mayoría en los Países Bajos) y siempre buscó el diálogo franco y fraterno con los hermanos separados.

Enfrentando el conflicto

Durante los duros meses de cautiverio en diversas cárceles y campos de concentración, el P. Tito convivió con varios protestantes, algunos de los cuales testificarían después en el proceso de beatificación, destacando su bondad, su cordialidad y su profunda confianza en el Señor.

Todo esto no quiere decir que fuera un “diplomático” o que no tuviera fuertes principios éticos y religiosos. Todo lo contrario. De hecho, tras la invasión de Holanda, en no pocas ocasiones, el profesor Brandsma mostraría su firme oposición a algunas de las medidas del gobierno de ocupación, tanto en el tema de la educación (cuando se negó a obedecer la orden que obligaba a expulsar a los niños judíos) como en el tema de la prensa (cuando pidió a los directores de los periódicos católicos que se negasen a publicar las consignas nazis). No obstante, pese a su firme rechazo de la ideología nacionalsocialista, nunca mostró odio hacia los guardianes de los Lager por los que pasó. Más aún, nuestro carmelita invitaba a los religiosos con los que coincidió en Dachau a orar por ellos. En el fondo, él creía que ceder al odio hubiese sido la verdadera victoria del mal…

Tampoco odiaba el P. Tito a los alemanes como pueblo, como nación. Cuando el Sargento Judicial Hardegen le pidió que escribiese un pequeño ensayo acerca de los motivos por los que los holandeses y especialmente los católicos se oponían al nacionalsocialismo, el prisionero elaboró un breve ensayo en el que desarrollaba los motivos filosóficos, éticos y religiosos de dicha oposición (tema sobre el que había disertado con frecuencia en sus clases universitarias). Pese a la frontal oposición, el escrito concluía con una hermosa bendición: ¡Dios salve a Holanda! ¡Dios salve a Alemania! Ojalá Dios conceda a estos dos pueblos volver a caminar en paz y en libertad y reconocer su Gloria para el bien de estas dos naciones tan cercanas…

Hoy

En un mundo como el nuestro, lleno de divisiones y conflictos, el P. Tito aparece ante nuestros ojos como un ejemplo, como un testigo de que la reconciliación y el perdón son posibles, pese a las dificultades, y como un verdadero mártir los valores cristianos más auténticos.


Sigamos encomendando a nuestro enfermos a su poderosa intercesión y demos gracias a Dios por su testimonio y por su canonización.

San Titus Brandsma, ruega por nosotros:

"Dios de la paz y de la justicia,
Tú que abres nuestros corazones al amor
y a la alegría del Evangelio
incluso en medio de las innumerables formas de violencia
que pisotean la dignidad de nuestros hermanos y nuestras hermanas,
ayúdanos con tu gracia,
para que, como san Titus Brandsma,
podamos con compasión, ver más allá de los horrores de la injusticia,
y contemplar tu gloria que resplandece a través de los mártires
de todos los tiempos, y ser así tus testigos auténticos en el mundo de hoy. Amén".

domingo, 5 de junio de 2022

San Titus Brandsma, ruega por nosotros...


Oración escrita por San Titus Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

Lecciones de la vida de Brandsma

Las primeras líneas de un poema de su celda en Scheveningen explican la fuente de su fuerza interior: «Bien amado Jesús, cuando te veo en mí fijos tus ojos, me recreo. Mi pobre corazón goza contigo al verte el más amante y fiel amigo».

  • La experiencia de los que estaban con él en Dachau era que la serena paz interior de Brandsma provenía de una fuente profunda: Tu cercanía hace que todo esté bien dentro de mí - permitiéndole estar tan sereno en medio de tanta actividad y tantas preocupaciones.
  • Brandsma enseñó que nuestra orientación hacia Dios proviene de nuestro interior: La inhabitación y el obrar de Dios no sólo deben ser objeto de intuición, sino también manifestarse en nuestra vida, llegar a expresarse en nuestras palabras y actos, e irradiar todo nuestro ser y comportamiento.
  • En su discurso de rector, el día de la fundación de 1932 en la Universidad de Nimega, Brandsma dijo: «La idea de Dios no es inmutable como la roca, sino que se manifiesta en nuestra vida en imágenes siempre cambiantes que no significan un cambio esencial, sino que sitúan nuestra idea de Dios bajo una luz diferente. Tito pide una gran apertura a esta variabilidad de la idea de Dios. Debemos buscar al Eterno en el tiempo».
  • Dios es la base más profunda de nuestro ser
    • ... una persona se da cuenta de que está siendo movida y moldeada por fuerzas que provienen del núcleo de su ser;
    • ... abrirse al mundo interior es experimentarlo como un misterio. No viene de uno mismo... se nos da.
    • La vida de Dios en nosotros es dinámica, y se manifiesta continuamente en nosotros: Dios es un poder interior que nos impacta de manera liberadora y clarificadora y nos hace mirar el mundo de manera diferente.
    • Este sentido de Dios en/con él permitió a Brandsma sentirse en casa en cualquier lugar, ya sea en medio de la gente o en el silencio de su celda.
  • Brandsma enseñó que Dios actúa en el ser humano de forma tan oculta que todo lo que es humano permanece y no se destruye, y que en la vida interior de todo ser humano hay momentos de espera y recepción, junto a un tiempo de decisión, acción y entrega.
  • La vida real está formada y dirigida por lo que podemos entender y es racional, pero también por lo accidental.
  • Brandsma enseñó: Arrodíllate ante la imagen de Dios en tu hermano.
    • El respeto de Brandsma por las personas surge del hecho de que están conectadas entre sí en y a través de Dios. Este respeto por los demás induce a la persona a dar a sus semejantes el espacio en el que pueden ser ellos mismos.
  • El 16 de junio de 1942, Brandsma fue enviado a Dachau, donde fue despojado de toda dignidad, conocido únicamente con el número 30492.
    • Se comportó como si viviera en libertad. Su silencio interior era algo que nadie podía quitarle.
    • En Dachau sufrió terribles indignidades. A partir de ese momento, Tito murió continuamente: dejó de lado lo que esperaba de esta existencia humana, y se abandonó a lo que era posible a los ojos de Dios. Su base más profunda era la certeza de ser amado... Oh Jesús, cuando te miro mi amor por ti se hace más verdadero. Y el tuyo, sé que nunca terminará: Me ves como un amigo especial.
    • Rafael menciona repetidamente la serenidad y el equilibrio que Brandsma mostraba.
    • Brandsma permaneció totalmente sereno... mostró el espíritu de "desinterés" del místico.
    • "El hombre que le golpeaba y pateaba no podía tocar su vida interior".
    • Comenta el sacerdote capuchino Othmarus: «Una eterna sonrisa llena de paciencia y serenidad interior, una sonrisa de mística resignación en el todo sufrimiento que tuvo que soportar, marcó a Tito. Había sido maltratado de tal manera que los dientes le colgaban literalmente de la boca. Todo eso lo pagaba con la oración de Cristo: "Padre, perdónalos". Ni yo ni nadie le oyó nunca quejarse. Era un santo».
  • "En Scheveningen y Amersfoort vivió y habló desde la riqueza de su conocimiento y experiencia, como quedó escrito en su interrogatorio, su defensa, su discurso sobre Geert Grote. En Kleve y Dachau se dio cuenta de que había sido abandonado por las autoridades. Esta constatación le impactó profundamente. Tras un grave conflicto interior, se rindió. Ya no esperaba un rescate. Lo único que estaba fuertemente vivo en él era la comprensión de que estaba en manos de Dios y que su dignidad era 'inviolable'".
  • Su reflexión en Scheveningen, Sé que me amas, le sostuvo.
  • El 26 de julio de 1942, Brandsma recibió una inyección mortal y murió.


Sigamos encomendando a nuestro enfermos a su poderosa intercesión y demos gracias a Dios por su testimonio y por su canonización.

San Titus Brandsma, ruega por nosotros:

"Dios de la paz y de la justicia,
Tú que abres nuestros corazones al amor
y a la alegría del Evangelio
incluso en medio de las innumerables formas de violencia
que pisotean la dignidad de nuestros hermanos y nuestras hermanas,
ayúdanos con tu gracia,
para que, como san Titus Brandsma,
podamos con compasión, ver más allá de los horrores de la injusticia,
y contemplar tu gloria que resplandece a través de los mártires
de todos los tiempos, y ser así tus testigos auténticos en el mundo de hoy. Amén".

sábado, 4 de junio de 2022

San Titus Brandsma, ruega por nosotros...


Oración escrita por San Titus Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


  -Conclusión, Carta del Prior General a la Familia Carmelita-

Nosotros, los carmelitas, en este momento crucial de nuestra historia, en el que la humanidad sigue debatiéndose entre la guerra, la violencia, las desigualdades flagrantes y tantos otros males, seguimos confiando plenamente en la misericordia y en la gracia de Dios.
Denunciamos, con la fuerza profética de Elías, todo lo que destruya al ser humano, a nuestros hermanos y hermanas con los que compartimos plenamente la peregrinación de la vida, con sus gozos y esperanzas, con sus tristezas y angustias (cf. GS 1). Al mismo tiempo, deseamos descubrir, contemplar y reflejar los hermosos signos –a veces frágiles y escondidos– de la presencia de Dios en nuestras vidas. Con realismo, y, asimismo, con la mirada de la fe, hallamos la hermosura que el Espíritu de Dios derrama por doquier.
Como la primera comunidad cristiana, “junto a María, la Madre de Jesús” (Hch 1,14), también nosotros queremos ser un signo de esperanza y de ánimo para todos los que entran en contacto con la espiritualidad del Carmelo. Anhelamos reflejar, como hizo el P. Tito Brandsma en situaciones muy dramáticas, la misericordia y la ternura de Dios. Por ello, hago mía la hermosa invocación del beato Tito en uno de sus ejercicios espirituales: “Como los apóstoles, queremos perseverar unánimemente en la oración con María, la Madre de Jesús, abrigando la confianza de que, por su intercesión, descenderá sobre nosotros el espíritu de la renovación, enardeciendo nuestros fríos corazones… ¡María será nuestra guía!”.
María, Madre y Hermana nuestra, que, al pie de la cruz (cf. Jun 19,25), te has asociado a la bondad del corazón manso y humilde de Cristo (cf. Mt 11,29), te pedimos por todos los que sufren a causa de su fidelidad a Cristo y a su Iglesia. Tú que eres Reina de los mártires, ayúdanos a ser testigos creíbles del Evangelio, respondiendo al mal y a la injusticia con la fuerza del perdón, la verdad y la caridad.


Sigamos encomendando a nuestro enfermos a su poderosa intercesión y demos gracias a Dios por su testimonio y por su canonización.

San Titus Brandsma, ruega por nosotros:

"Dios de la paz y de la justicia,
Tú que abres nuestros corazones al amor
y a la alegría del Evangelio
incluso en medio de las innumerables formas de violencia
que pisotean la dignidad de nuestros hermanos y nuestras hermanas,
ayúdanos con tu gracia,
para que, como san Titus Brandsma,
podamos con compasión, ver más allá de los horrores de la injusticia,
y contemplar tu gloria que resplandece a través de los mártires
de todos los tiempos, y ser así tus testigos auténticos en el mundo de hoy. Amén".

viernes, 3 de junio de 2022

San Titus Brandsma, ruega por nosotros...


Oración escrita por San Titus Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


7. ¡Nunca tan feliz!

El mártir confiesa su fe hasta sus últimas consecuencias. Como indicó san Juan Pablo II en la homilía de la beatificación de Tito Brandsma: “Un heroísmo tal no se improvisa”, es el fruto de una rica vida interior. El banco de prueba de que la espiritualidad es verdadera es que va sellada con la propia sangre. El mártir es libre frente al poder, al mundo, y libre para no amar tanto su vida que tema la muerte (cf. Ap 12,11). El martirio no es el resultado del esfuerzo humano, es un don de Dios, que nos hace capaz de ofrecer la propia vida por amor a Cristo y a la Iglesia, y, por lo tanto, al mundo (cf. LG 42).
Tito, en el campo de concentración de Scheveningen, mantuvo la fe, y en medio del infierno del Lager, escribió el poema famoso ‘Ante una imagen de Jesús’...
Más tarde, en Amersfoort, el viernes santo, encaramado encima de un cajón, pronunció en el barracón, ante sus compañeros de cautiverio –tal como recoge un testigo de los Sumarios – el sermón más sincero y auténtico de su vida: “Nos habló de la pasión de Cristo, y la comparó con nuestros sufrimientos. Nos dijo que nuestra estancia en el campo era análoga a la estancia de Cristo en el sepulcro, y que, nosotros, al igual que Él, un día seríamos también liberados de la tiniebla”.Aquella asamblea medio moribunda que le escuchaba (médicos, sindicalistas, monárquicos, comunistas, judíos, cristianos y protestantes…) era un sagrario viviente, en donde, mejor que en ningún lugar, se palpaba la presencia de Cristo.
                                                                     -Carta del Prior General a la Familia Carmelita-


Sigamos encomendando a nuestros enfermos a su poderosa intercesión, con un recuerdo especial hoy para Marta que hace frente a la enfermedad y necesita refuerzo para mantener la confianza y la fe, y demos gracias a Dios por su testimonio y por su canonización.

San Titus Brandsma, ruega por nosotros:

"Dios de la paz y de la justicia,
Tú que abres nuestros corazones al amor
y a la alegría del Evangelio
incluso en medio de las innumerables formas de violencia
que pisotean la dignidad de nuestros hermanos y nuestras hermanas,
ayúdanos con tu gracia,
para que, como san Titus Brandsma,
podamos con compasión, ver más allá de los horrores de la injusticia,
y contemplar tu gloria que resplandece a través de los mártires
de todos los tiempos, y ser así tus testigos auténticos en el mundo de hoy. Amén".