lunes, 10 de abril de 2017

Cristo es nuestra Paz...


Beato Tito compuso este precioso poema a Jesucristo... con él demuestra la aceptación gozosa del sufrimiento que le unió al Señor. Llevaba tres semanas en la cárcel de Scheveningen, segunda estación de su particular vía crucis, que duró seis meses y siete días:
Bien amado Jesús, cuando te veo
en mí fijos tus ojos, me recreo.
Mi pobre corazón goza contigo
al verte el más amante y fiel amigo.

El cáliz que preveo de amargura,
beberlo por tu amor mi fe procura.
La vía dolorosa de Tí en pos
es mi único camino para Dios.

El alma me la bañan paz y luz
y es vivo su fulgor, pese a mi cruz.
En tu pecho mi espíritu al entrar,
mi corazón sosiego logra hallar.

Quiero libre vivir la soledad
de esta celda del sol sin claridad.
Si permites que nadie logre hallarme
libre en áureo silencio podré hallarme.

Jamás por verme solo temeré,
pues nunca a Dios más cerca lo tendré,
dígnate, buen Jesús, morar en mi
que mi profunda paz la tengo en Tí.

"Delante de una estampa de Jesús en mi celda" 
 (12-13 febrero 1942)


Poniendo los pies en la liturgia y los ojos en la cruz del Señor, ¿quién tiene algo que decir? y a la vez ¿quién puede quitar de su mente el signo de interrogación, y de su corazón un suspiro entrecortado?

No sabemos por qué el dolor es compañero inseparable en la vida humana... si la vida es "el don de los dones" ¿por qué la empaña el dolor y en su etapa temporal, no podemos deshacernos de él?

"El Padre -dice la Escritura- juzgó conveniente para llevar a una multitud de hijos a la gloria, consagrar y perfeccionar con sufrimientos al guía de su salvación"... y esta afirmación que no aclara nada, al menos nos hace intuir, que la Voluntad de Dios busca el bien del hombre y empeña en ello un precio aún mayor que la vida misma ¡¡la muerte -en el tiempo- de Cristo en la cruz!!

No es por tanto -lo podemos deducir- la vida temporal, el bien mayor del hombre, por más que nos aferremos a ella como única seguridad, que tenemos desde esta orilla...

La orilla del tiempo, la traspasó Cristo al resucitar de entre los muertos y hacerse el encontradizo con nosotros, revelándonos ese secreto con capacidad de sembrar en nosotros la esperanza... Esperanza que ilumina la oscuridad del dolor, y nos da fuerzas para traspasarlo, apoyados en sus promesas...

Nos lo cuenta el "TESTIGO"... Jesús lo vivió en propia carne para que tú y yo no tuviéramos que enfrentarnos a esa oscuridad, sin saber qué oculta ese velo...

Por eso, su Palabra es la semilla de la FE, que cada uno tenemos que cultivar y guardar en el corazón, dejando florecer la confianza, para vivir de ella mientras amanece...


Sin duda, rezar para nosotros ya es una necesidad... nuestros enfermos, uno a uno, son ya parte de nuestro vivir... queremos ayudarles a confiar, a fiarnos de Dios en medio el dolor, sabiendo que no es ésta la última palabra... 

Acudimos al Beato Tito, intercesor nuestro, que sin duda, presenta como cada día nuestra súplica a la Madre del cielo para que a su vez Ella la ponga ante Jesús y su gracia se derrame sobre todos los que queremos creer, confiar y esperar en Dios con el corazón pacificado...

Beato Tito, ruego por nosotros...


Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.


Padrenuestro – Ave María – Gloria …