sábado, 31 de octubre de 2020

"Mi alma tiene sed del Dios vivo"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


La humildad le da a la fe perfiles de autenticidad, porque siendo la fe el don que facilita la gracia, no se la apropia, ni se deja utilizar de manera equivocada para otros fines, que esquiven el querer de Dios, es decir, su Voluntad... La actitud interior es determinante a la hora de recibir de Dios lo que Él desea darnos; y nosotros, heridos de soberbia, manipulamos los dones de Dios con nuestros intereses, y nos privamos entonces, de lo mismo que queremos, que además, es lo que Dios quiere darnos, y que sin duda, es siempre lo mejor, aunque con envoltorio diferente, y dentro de otras medidas de tiempo, de las que manejamos nosotros...

Se acerca el final del año litúrgico, metáfora pedagógica sobre el sentido de la vida, a fin de que aprendamos a vivir en el tiempo... la Iglesia nos enfrenta en estas últimas semanas, a la verdad última ¡¡el tiempo desemboca en lo eterno!!... Dios, que es bueno, nos prepara un encuentro con la vida expresado en la escritura en términos de banquete, de fiesta, de alegría, algo que solemos pasar de largo, absolutizando lo relativo, y dejándonos ir del alma, el consuelo de esta gran esperanza...

Recemos con devoción y fe, el salmo 41, servido hoy en la liturgia, que será la mejor manera de darnos cuenta qué deseos deben habitar en nosotros, y cómo disponernos a vivir en estas perspectivas y estos planteamientos...

"Como busca la cierva corrientes de agua,
así mi alma te busca a ti, Dios mío. 

Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo:
¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios? 

Recuerdo como marchaba a la cabeza del grupo
hacia la casa de Dios,
entre cantos de júbilo y alabanza,
en el bullicio de la fiesta" (Salmo 41)...


Recemos unos por otros y pensemos, hasta recordar a todos, en los enfermos del blog... uno a uno... también sus familias... Que la intercesión de Beato Tito nos ayude a  llamar al cielo, hasta que el cielo derrame la misericordia de Dios sobre nosotros, y por su gracia recibamos el don que suplicamos con fe... La salud de los enfermos, el fin de la pandemia, y la conversión del corazón de todos los que cada día miramos a Dios, seguros de su amor infinito, acercándonos su Voluntad en cada acontecer... -no nos olvidemos de José María, necesita un milagro-...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria