sábado, 1 de mayo de 2021

"Haz prósperas, Señor, las obras de nuestras manos"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Estrenamos el mes de mayo, entre San José y la Virgen María, modelos de fe y entrega a la Voluntad amorosa del Padre... ellos saben de misterio, de sombras, de desconcierto... Dios elige, y ciertamente socorre, pero no evita el realismo de cada acontecer, ni el entramado con que las cosas pasan...

Soñamos la vida y olvidamos que ya Dios tiene los trazos dados, donde puso lo mejor para nosotros, a nuestra medida, capacitándonos además, para lo que fuimos pensados, y creados con amor infinito y eterno... Maduremos la fe, iluminándola en el misterio pascual de Cristo, e iluminemos a la vez, en ella, nuestro propio misterio... Vinculemos, pues, nuestros deseos al proyecto del Reino, para que brote en nosotros las virtudes teologales, y acojamos cada día el don de Dios, a veces, ensombrecido por el dolor y la duda, pero sostenido por la paciencia, que en nosotros ha de ser esperanza... 

Los que nos preceden y llegan antes, no se desvinculan de nosotros; al contrario, nos señalan la meta, para que centremos el objetivo y nos dediquemos a lo esencial... nosotros somos los que marcamos la distancia entre los que se fueron y los que aún vamos... ellos desempolvaron en la luz de Cristo toda sombra; nosotros hemos de seguir eligiendo con acierto los pasos que damos, hacia dónde nos llevan... Vivamos de lo permanente, dedicándonos al amor de caridad, "perla fina" que abrillanta la fe y la fecunda... El salmo 89, nos permite saborearlo, centrando en Dios la vida, y nuestro vivir diario...

"Antes que fueran engendradas las montañas,
antes que nacieran la tierra y el mundo,
desde siempre y para siempre, tú eres Dios.

Tú haces que los hombres vuelvan al polvo,
con sólo decirles: «Vuelvan, seres humanos».
Porque mil años son ante tus ojos
como el día de ayer, que ya pasó,
como una vigilia de la noche.

Enséñanos a calcular nuestros años,
para que nuestro corazón alcance la sabiduría.
¡Vuélvete, Señor! ¿Hasta cuándo...?
Ten compasión de tus servidores.

Sácianos en seguida con tu amor,
y cantaremos felices toda nuestra vida.
Que tu obra se manifieste a tus servidores,
y que tu esplendor esté sobre tus hijos" Salmo 89)...


Sigamos llamando al cielo... necesitados de la misericordia de Dios para superar estos momentos... nos sentimos vulnerables... somos pequeños... recordemos, como cada día a los enfermos del blog, peregrinos de la confianza... todos, uno a uno... también sus familias... Que la intercesión del Beato Tito nos alcance lo que nuestra fe suspira en la fuerza de la comunión de los santos, donde nos apoyamos todos para hacerla más efectiva y eficaz... Cobijémonos en la gracia de Dios y seamos humildes para volver nuestros pasos a sus caminos... -seguimos impactados por el paso "adelantado" de Carmen al Padre y no dudamos de las flores que nacerán de esta siembra bien plantada-...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria