viernes, 17 de enero de 2020

"Cantaré eternamente tus misericordias, Señor"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Imagen relacionada

Hoy resalta en la liturgia una actitud que ennoblece al ser humano por su carácter gratuito y que la provoca, además, la compasión, tan solidaria y tan centrada en el bien del otro... hablamos de la intercesión... Qué bonito que nos importen los demás y que procuremos ayudarles hasta donde nos sea posible...

La primera lectura es tan sugerente, y tan actual podíamos decir, que ¿quién diría que hablamos del Antiguo Testamento?... Ciertamente no hay libro que defina mejor al ser humano que la Escritura... acercándonos a ella podemos ver que el tiempo y los avances de todo tipo, no curan la herida de soberbia que el pecado dejó en nosotros al retarnos "ser como Dios", y creernos nosotros que sería posible... Seguimos eligiendo equivocadamente cualquier ídolo para ir tras él, saliéndonos del camino que Dios conduce, y por el que podríamos avanzar seguros, firmes, libres, decidios... No pasemos por alto estas luces que enciende para nosotros la Palabra de Dios cada día, y que la vida confirma desde tantas perspectivas... no nos engañemos, no hay más Dios que el Señor... 

Si paramos ahora en el evangelio ¡¡pincel de artista!!... la gracia operando al margen de la voluntad del agraciado por la intercesión... ¡¡ahí estamos nosotros!!... además, lo hace de dentro a fuera... a Dios le importa más nuestra salvación, que nuestra salud... ¡¡ojalá unamos a nuestra oración de petición, de intercesión, la conversión... ¡¡Dios lo quiere!! y nosotros lo necesitamos... Seamos coherentes al rezar y acojamos la gracia de Dios como el don más preciado, el que más vale... y no olvidemos que es gratuito...

"Dichoso el pueblo que sabe aclamarte:
caminará, oh Señor, a la luz de tu rostro;
tu nombre es su gozo cada día,
tu justicia es su orgullo. 

Porque tú eres su honor y su fuerza,
y con tu favor realzas nuestro poder.
Porque el Señor es nuestro escudo
y el Santo de Israel nuestro rey" (Salmo 88)...

Resultado de imagen de Dichoso el pueblo que sabe aclamarte: caminará, oh Señor, a la luz de tu rostro

Volvemos a mirar al cielo y sentimos renovar nuestra ruta de confianza dando auge a nuestra plegaria cotidiana, trayendo hasta el Señor a cada uno de los enfermos del blog, con sus dolores y esperanzas, apoyándonos al rezar, unos en la fe de los otros... volvemos a pedir por al intercesión del Beato Tito, la salud para todos; y ¡cómo no! la gracia para ser coherentes con los dones de Dios, que son de verdad la ayuda que necesitamos para vivir con sentido su Voluntad, que es lo que nos permite dejarnos amar en su amor infinito haciendo efectivo su poder y su misericordia...  -incorporamos hoy a María que tiene que enfrentarse a un momento difícil y necesita apoyo y fortaleza para ser fuerte-... la comunión de los santos es nuestro tesoro al sufrir, al gozar, al rezar, al confiar... vamos todos en la barca que conduce Jesús... creemos en Él, que es fiel y nos ama...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.


Padrenuestro – Ave María – Gloria …