jueves, 28 de mayo de 2020

"Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

Salmo 16 – SALMO DEL DÍA

La unidad es cimiento de la vida cristiana y el verdadero testimonio para su eficacia... no es fácil penetrar estos discursos de Jesús, proclamados en el evangelio con tanta unción, en momentos tan solemnes y decisivos... Ahora, la liturgia los vuelve a acariciar, los días previos a Pentecostés, entregándonos toda su eficacia, a nosotros, si queremos recibir y acoger las confidencias de Jesús, y dar continuidad a su obra, sostenidos por esta nueva presencia, comprometida para siempre, a vivir a nuestro lado, es el Espíritu Santo, dador de todo bien, verdadero artífice de la gracia en cada alma que cree en Jesús, y confía en su Palabra, y en su proyecto, diseñado para garantizarnos el camino a la Vida verdadera, el cielo...

El salmo 15, es un clamor confiado que le da a la alabanza tono de piedad, y nos permite acariciar con certeza la fidelidad de Dios, que ha cumplido su Palabra y nos ha salvado gratuitamente... El camino de esta verdad es lo que nos impulsa a llevar a todos esta buena noticia, a fin de que nazca la esperanza en cada corazón, y nos liberemos de las propuestas engañosas del demonio, que pretende alejarnos de Dios y su Voluntad...

No dejemos de desear que venga a nosotros el Espíritu de Jesús con toda su fuerza regeneradora, y nos de alma de valientes para hacer visibles el Reino en este mundo, que pisamos de paso, dirección donde vamos, porque, no lo olvidemos, somos peregrinos que hacemos camino al andar...

"Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;
yo digo al Señor: «Tú eres mi bien.»
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano. 

Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré. 

Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa serena.
Porque no me entregarás a la muerte,
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. 

Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,

de alegría perpetua a tu derecha" (Salmo 15)...

Salmo 015

Reforcemos la comunión con la oración diaria, porque la intercesión nos reclama... nos necesitamos todos para atravesar este mar embravecido.... pensemos en nuestros enfermos que siguen luchando su batalla cada día... uno a uno... también sus familias... pero, no dejemos de sumar el dolor del momento presente en tantos hermanos y hermanas como se ven sorprendidos por los efectos de esta pandemia en propia carne... Miremos al cielo con fe, seguros de que Dios está a nuestro lado, su gracia nos sostiene, y nos socorre... Acudimos, como cada día, al Beato Tito para apoyarnos en su intercesión y pedirle su valiosa ayuda... Que el cielo derrame sobre nosotros la misericordia que necesitamos y suplicamos con fe, humildes, insistentes, perseverantes...

"confiando en el Señor, no me he desviado"

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria