domingo, 13 de octubre de 2019

"El Señor revela a las naciones su salvación"...



 Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Vuelve la liturgia hoy a presentarnos nuevos matices para la fe, con los que podemos valorar por dónde vamos en nuestra búsqueda de Dios, y qué efectos va produciendo en nosotros, cada encuentro con la gracia...¡¡Cuántas veces gritamos, y vemos a tantos gritar, "Señor socorrerme", sin asociar el don que pedimos, y que recibimos, a quien atendió nuestra súplica y socorrió nuestro gemido!!...

La gratitud, el agradecimiento a Dios, no puede ser una actitud pasiva, superficial, interesada... quien es consciente de lo que de Dios recibe, máxime si le precedió la súplica, agradece cuestionado y sobrecogido, porque ¿quién es Éste, que puede lo que no podemos, y tiene lo que necesitamos?... Si nos acercamos a Jesús, podemos descubrir que el Dador, es superior al don, y su amor es todo lo que necesitamos para incorporar a nuestra vida, los destellos de la suya... 

Jesús quiere curarnos el alma, es para lo que esparce las semillas de su poder sobre nosotros... Ojalá descubramos, como el leproso curado hoy en el evangelio, que el verdadero hallazgo es Jesús, y glorifiquemos a Dios por ello... la liturgia nos acerca palabras oportunas en el salmo 97, para que la alabanza de la Iglesia sea unánime... incorporemos nuestra voz a la de los cristianos, y recemos dando gloria a Dios y reconociendo agradecidos cuánto recibimos de su bondad cada día...

 "Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. 

 El Señor da a conocer su salvación,
revela a las naciones su justicia.
Se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. 

Los confines de la tierra han contemplado
la salvación de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad" (Salmo 97)...


Volvemos a rezar, entonces, unos por otros, pensando cada uno en los enfermos del blog, en el deseo de acercarles a la gracia para que Dios les toque el alma y los cure... a todos, uno a uno... también sus familias... Esperamos el auxilio del cielo por la intercesión del Beato Tito y seguimos suplicando para que de verdad nuestra vida cristiana sea coherente y esté fuertemente fundamentada en la raíz que la hace crecer sana: la Palabra de Dios y la gracia contenida en los sacramentos, medios que necesitamos para avanzar por el camino correcto y seguro... y, cómo no, verdaderamente agradecidos...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...