miércoles, 1 de marzo de 2017

“Ahora es el tiempo de la gracia; ahora es el día de la salvación ”



Ciertamente la cuaresma es un tiempo propicio para la misericordia... hemos de darnos cuenta que Dios siempre está deseoso de mostrárnosla y concedérnosla...

¿Valoramos nosotros la misericordia? mejor, ¿SU MISERICORDIA?

Hemos de pensar que necesitamos, anhelamos, pedimos, queremos y procuramos la salud de nuestros enfermos y la nuestra propia ¡¡también Dios la quiere!! pero el cuerpo es temporal y llegará a su término, aunque siempre nos parecerá pronto... 
Pero ¿y el alma? ese es el deseo de Dios ¡¡¡la salud de nuestras almas!!! no nos olvidemos; iniciamos hoy la cuaresma, tiempo de gracia donde Dios se compromete a ayudarnos, a acercarse a nosotros y a facilitarnos el que nos acerquemos a ÉL...
Escuchemos el deseo de Dios y hagamos parada ante Su Voluntad, Él se ocupará de la nuestra... no quedaremos defraudados.

Acudamos un día más a la intercesión del Beato Tito Brandsma y acerquémosle nuestras necesidades, nuestros enfermos, nuestros problemas, nuestra salud... Él lo llevará a la Madre y la Madre lo presentará a Jesús.


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …