sábado, 26 de septiembre de 2020

"Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Jesús hace hoy una afirmación en el evangelio, que ciertamente los discípulos debieron quedar confundidos... Jesús les anuncia un destino para su vida que rompe todos los esquemas que se iban creando quienes estaban con Él, sorprendidos y admirados de su hacer y decir; y es que la vida guarda un misterio que siempre termina imponiéndose, de una u otra forma, hasta desbaratar cualquier iniciativa, que absolutiza lo relativo y no nos ayuda a aspirar al Reino, que según Jesús, tiene otros valores, otras perspectivas, y otros objetivos, y que hemos de construir entre todos...

El ser humano, erróneamente, en vez de escuchar a Jesús, abrirse a la luz de la verdad que Él mismo revela, le intentamos evitar, a cualquier precio, sin mucha conciencia de que los vulnerables somos nosotros... No hay más que levantar la mirada y observar... se codicia la omnipotencia, y además para oprimir a los otros, de la forma que sea; y como no puede ser de otra manera, por ese camino no se cosecha más que injusticias, porque ése es el fruto de esta semilla...

Sería bueno que vayamos dando espacio en nuestra vida a la fe, concediendo al Reino iluminar nuestro camino, cultivando la esperanza, creyendo a Jesús y dejándonos instruir por su Palabra... En el salmo 89 la liturgia nos da la oportunidad de rezar con realismo, seguros de que necesitamos de Dios, de su gracia, y de su misericordia...

"Tú reduces el hombre a polvo,
diciendo: «Retornad, hijos de Adán.»
Mil años en tu presencia son un ayer, que pasó;
una vela nocturna. 

Los siembras año por año,
como hierba que se renueva:
que florece y se renueva por la mañana,
y por la tarde la siegan y se seca. 

Enséñanos a calcular nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?
Ten compasión de tus siervos. 

Por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
Baje a nosotros la bondad del Señor
y haga prósperas las obras de nuestras manos" (Salmo 89)...


Pensando, también hoy, en los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... miremos al cielo y reconozcamos que Dios tiene poder y es nuestro Padre... Que la intercesión del Beato Tito nos alcance la salud para ellos, del cuerpo y del alma... y para todos, un aumento de fe, con que incorporarnos a la gracia y perseverar en ella hasta dar frutos...
"confiando en el Señor, no me he desviado".

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria