domingo, 12 de septiembre de 2021

"Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


La liturgia hoy nos lanza una pregunta comprometida, que ojalá tengamos la valentía de responder con acierto; no por lo que dicen otros o nos han dicho antes, sino en primera persona, de lo que sabemos nosotros por experiencia... ¿Quién dices tú que es Jesús? ¿qué sabes tú de Él?...

La fe no es una muletilla con la que sacar partido en momentos puntuales a ciertas cuestiones, que escapan a nuestro control, ¡todo lo contrario! la fe es una herramienta activa con la que barajar la vida en su misterio y que ilumina con luz propia el terreno que pisamos... es una luz que se enciende en el alma al encontrarnos con la persona de Jesús, reconocerle a nuestro lado, y sentirle caminar con nosotros...

Entonces... ¿qué dices tú de Jesús? ¿le escuchas en su palabra? ¿le miras en sus gestos? ¿te atreves a seguir su enseñanza? ¿ordenas tu vida en sus valores?... ojalá no nos escandalicemos de Jesús, y vayamos con él acercándonos a su Reino, y acercando su Reino a este mundo... El salmo 114, rezado hoy en la iglesia, es la oración escogida por la liturgia para devolver a Dios su palabra, dejándola sembrada en nosotros...

"Amo al Señor, porque escucha mi voz suplicante,
porque inclina su oído hacia mí
el día que lo invoco. 

Me envolvían redes de muerte,
me alcanzaron los lazos del abismo,
caí en tristeza y angustia.
Invoqué el nombre del Señor:
«Señor, salva mi vida» 

El Señor es benigno y justo,
nuestro Dios es compasivo;
el Señor guarda a los sencillos:
estando yo sin fuerzas, me salvó. 

Arrancó mi alma de la muerte,
mis ojos de las lágrimas, mis pies de la caída.
Caminaré en presencia del Señor
en el país de la vida" (Salmo 114)...


Pensemos, recordemos, recemos, por los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... Miremos al cielo, renovando nuestro acto de fe en el poder de Dios y su misericordia, y acudamos a la intercesión del Beato Tito para presentar nuestras súplicas a Dios, y nos sean devueltas tocadas por la gracia, dando frutos a nuestra fe del ciento por uno... Que su gloria se refleje en cada uno y entreguemos nuestro corazón a su Voluntad, comprometiéndonos con el Reino, hasta que lo mostremos al mundo en que vivimos...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria...