martes, 22 de agosto de 2017

"La envidia"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


El vicio capital de la envidia es una actitud muy sutil, que se expresa de mil modos y maneras y va creando deterioro y derrumbe en las relaciones interpersonales, generando otros males, que hacen imposibles la armonía y el equilibrio personal...

La dirección en nuestra mirada es la génesis de caer en esta trampa, que el primer engaño nos lo causa, apareciendo como algo innato en el ser humano, y no lo es, la envidia es aprendida... nos han enseñado -y curiosamente aprendemos con destreza y alargamos el círculo enseñando nosotros a la vez-, a competir, antes que a conocernos... usamos la comparación con los otros y con lo que tienen los otros, antes de valorar nuestro potencial y ponerlo a producir... acaparamos hasta empobrecernos, en vez de optar por compartir hasta multiplicar... 

Derivan de la envidia muchos males, que no los asociamos a ello y por eso nos resulta difícil escapar de su influencia...


Si no estamos fuertes en los valores que construyen al ser humano, no vamos a llegar nunca a estos matices que tanto despistan nuestro actuar y tan lejos nos sitúan de poder dar con ellos.

Vivimos sin dar importancia a lo fundamental, inmersos en la vorágine de la rutina en que nos vemos sumergidos por el fantasma del poder, del tener, del aparentar, del disfrutar... a costa de lo que sea y al precio que se subaste... entramos con ello en la espiral del engaño y nos encaminamos al error, que vamos disfrazando con el traje de turno, y vamos cayendo presa de los males que generan... de ahí nacen los pecados capitales, que se entrelazan y no nos dejan salir del atasco...


Los peregrinos de este blog, hermanos encaminados a la confianza de corazón, tenemos que ser valientes y romper filas... el dolor que vivimos puede ser cauce de la gracia que nos permita abrir los ojos y optando por una actitud humilde -humildad es andar en verdad- acercarnos a la verdad que ilumina y estimula a la conquista de lo que vemos en esa luz...

Rezando se hace camino y la oración equipa para este tipo de aventura... vamos a parar para encontrarnos unos a otros... recordemos a los enfermos del blog, pueden ser los más vulnerables, aunque son los mas fuertes.... pensemos en todos, uno a uno... también en sus familias... imploremos la intercesión del Beato Tito y pongamos en su presencia nuestras súplicas... queremos la salud de todos, la del cuerpo y la del alma y para este tramo del camino, fortaleza, consuelo, paz, alegría... y ¡¡cómo no!! una confianza inconmovible, que permita a Dios hacer grandes cosas en nosotros... 
¡¡no quedaremos defraudados... Él es Fiel!!

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …