domingo, 2 de diciembre de 2018

"A ti Señor levanto mi alma"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Estrenamos año litúrgico, como venimos diciendo hace unos días, y es verdaderamente sugerente el salmo 24 propuesto en la liturgia, recogiendo la actitud adecuada como disposición y acogida a la Palabra proclamada este domingo...

El tiempo de adviento, preámbulo al misterio de la Encarnación que celebraremos en Navidad, es una gracia que suele pasarnos desapercibida por la vorágine de ruido y consumo, generalizado hasta el "desmadre", en nuestro tiempo...

Nos hará mucho bien rezar despacio, todos a una voz, unidos a los cristianos que rezan, este salmo escogido por la liturgia, en el deseo de que tomemos conciencia que los caminos de Dios están trazados, y no podemos llevar nosotros la iniciativa, de forma subjetiva, a la hora de entrar por ellos y recorrerlos... Por tanto, con la humildad de quien sabe que no sabe nada, y necesitados de dar pasos ciertos en el camino de la vida, levantemos el alma a Dios y devolvámosle sus mismas palabras, dejándonos antes tocar por ellas...
"Señor, enséñame tus caminos, 
instrúyeme en tus sendas, 
haz que camine con lealtad; 
enséñame porque tú eres mi Dios y Salvador.

El Señor es bueno y recto, 
y enseña el camino a los pecadores; 
hace caminar a los humildes con rectitud, 
enseña su camino a los humildes.

Las sendas del Señor son misericordia y lealtad, 
para los que guardan su alianza y sus mandatos. 
El Señor se confía con sus fieles 
y les da a conocer su alianza" (salmo 24)...

Ojalá aprovechemos este tiempo de adviento para acercarnos a la gracia, y conducidos por la Palabra, que seleccionada por la iglesia llegará oportuna a nosotros cada día, descubramos que la "escuela de la vida" iluminada por la fe, nos dispone a la sabiduría y nos inicia en la búsqueda comprometida de la Voluntad de Dios, donde lo que Él quiere, queda situado antes que nuestros deseos, que suelen no trascender mucho de la comodidad y gustos en los que nos solemos entretener los humanos...



Recemos entonces unos por otros y pensemos, hasta recordar a todos, en los enfermos del blog... todos, sí, uno a uno... también sus familias... ayudados de la intercesión del Beato Tito, elevamos nuestras súplicas al cielo, en el deseo de ver florecer nuestra fe, cosechando de la misericordia de Dios lo que pedimos... que recobren la salud nuestros enfermos, y la gloria de Dios reflejada en ellos, convierta nuestro corazón a lo que Dios desea de cada uno de nosotros, para nuestro bien y el de muchos otros que viene con nosotros haciendo camino a la confianza de corazón...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...