viernes, 4 de octubre de 2019

"Líbranos, Señor, por el honor de tu nombre"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


La liturgia hoy hace un ajuste con la gracia, y ciertamente, quedamos fuera... ¡¡Cómo somos!!... ¡¡Qué imagen tan expresiva la propuesta hoy en todas las lecturas de la misa!!... Ojalá sintamos dolor en el alma, reconociendo que no hacemos camino acertado al decidir nosotros qué hacer; sin más meta que nuestros intereses, deseos, expectativas, teniéndonos ademas, como centro sólo a nosotros mismos, lo nuestro, lo para mí y los míos... ¡¡Cuánta gracia por parte de Dios para tanta indiferencia por parte nuestra!!...

El lamento de Jesús en el evangelio es conmovedor... no es Dios indiferente a nuestras actitudes frente a sus dones... no trasformaremos el mundo si vivimos separados de la raíz y no nos convertimos al evangelio... es más, demostramos con ello que nuestra fe, no es en Dios, ni sus propuestas nos interesan si no obtenemos beneficios personales... El profeta Baruc recoge una oración preciosa, que si nos atrevemos a rezar, puede el cielo devolvernos al corazón una luz nueva, con que disponernos a caminar, avanzando senderos que conducen a la paz, al bien, a la verdad...

También el salmo 78 complementa la lección del día, y pone palabras en nuestra boca que hagan motivar la razón, para que tomemos impulso y abracemos la coherencia como talante vital, frente a Dios, y frente a la fe en Él, que es lo que nos ayudará a encontrar sentido a lo real...

"Dios mío, los gentiles han entrado en tu heredad,
han profanado tu santo templo,
han reducido Jerusalén a ruinas.
Echaron los cadáveres de tus siervos en pasto a las aves del cielo,
y la carne de tus fieles a las fieras de la tierra. 

Derramaron su sangre como agua
en torno a Jerusalén, y nadie la enterraba.
Fuimos el escarnio de nuestros vecinos,
la irrisión y la burla de los que nos rodean.
¿Hasta cuándo, Señor? ¿Vas a estar siempre enojado?
¿Arderá como fuego tu cólera?

No recuerdes contra nosotros
las culpas de nuestros padres;
que tu compasión nos alcance pronto,
pues estamos agotados. 

Socórrenos, Dios, salvador nuestro,
por el honor de tu nombre;
líbranos y perdona nuestros pecados
a causa de tu nombre" (Salmo 78)...


Recemos, como todos los días, unos por otros, y ayudémonos a recorrer con fruto el camino de la fe... Pongamos en vanguardia a los enfermos del blog, peregrinos de la confianza en esta ruta empinada del dolor aceptado... pensemos en todos, uno a uno... también en sus familias... y acogidos a la intercesión del Beato Tito, miremos al cielo sin vacilar... seguros en las promesas de Dios, dando fe a su palabra... El cielo nos devolverá en gracias los dones que no pasan: la fe... la esperanza... el consuelo... la fortaleza... el amor... Nuestro tesoro es el corazón de Dios, donde nos queremos sentir acunados en la confianza de corazón...

"confiando en el Señor no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …