viernes, 18 de agosto de 2017

"La ira"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Hay un pecado capital, sería el cuarto, que es "LA IRA"... podemos pensar... la ira, ¿es causa o efecto? todos sabemos que el pecado, como la virtud, engarzan unos en otros... por tanto, es difícil llegar al principio de las cosas... ¿qué provoca en nosotros la ira? la falta de domino sobre la realidad, es lo que nos desestabiliza... 

Nos olvidamos pronto, que somos una parte muy pequeña de un TODO inmenso... el provocar o ser provocado es inevitable en ese balanceo en que nos movemos por la corriente que nos lleva... nos paramos poco a escuchar la música de la vida, buceando en la Voluntad del Creador a quien le pertenece... no nos interesa mucho conocer este proyecto de Dios, para el que se ha contado conmigo y que necesita mi parte para llevarse a cabo y realizarse...


El único que tiene derecho a "airarse" es Dios y no lo hace... nosotros nos adueñamos lo que no nos pertenece y además nos llevamos por delante todo lo que nos sale al paso... y para colmo, nos justificamos...

Abramos el corazón a la luz de la fe... trabajemos nuestra persona en la Voluntad de Dios y conquistemos la libertad verdadera, capaz de situarnos por encima de las cosas, dándole a cada una de ellas, el uso adecuado... a todos los niveles... en todos los órdenes... es la ambición en la conquista de mis intereses, la que genera actitudes desproporcionadas, que provocan esta clase de desajustes...


Quien se conoce, sabe que necesita de Dios y sabe que en Él, puede enfrentarse a lo real, acercándose a ello con humildad... los recursos para ello están en ese mismo camino, dejándose conducir por quien nos marca la dirección...

Vamos a seguir este camino de oración, conscientes de nuestra fragilidad y deseosos de curarnos en la gracia de Dios... ¡¡el misterio grande de la comunión de los santos, es nuestra gran riqueza!!... pensemos en los enfermos del blog... en todos, uno a uno... también en sus familias... acudamos a la intercesión del Beato Tito, que es modelo de muchas actitudes que nos pueden estimular y ayudar en este camino regio de dificultades... pongamos en sus manos nuestras peticiones, en la confianza de que llegan al cielo y nos son devueltas en las gracias que  necesitamos... aguardamos pacientes y firmes la hora de Dios, en la seguridad de que no vamos a ser defraudados... Dios es fiel... nuestro corazón confía, humilde y suplicante en su presencia...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …