jueves, 29 de abril de 2021

"Bendice, alma mía, al Señor"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Las caricias de la fe al alma, son sentidas en la liturgia, cuando escuchamos a Jesús activamente... el evangelio de hoy, es una perla fina, que serena, pacifica, ilumina... A Jesús, la iniciativa del Padre, de revelar a los sencillos los secretos del Reino, le motiva a dar gracias públicamente, poniendo en valor su Voluntad, "te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, así te ha parecido bien"...

Pero Jesús no sólo mira al Padre y le alaba, sino que también tiene otra mirada para nosotros, ofreciéndonos alivio y descanso, si aprendemos mansedumbre y humildad en su compañía, "venid a mí, todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprender de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera"...

Centremos la vida en la fe y demos espacio al Reino... iluminemos el presente en la confianza, porque Cristo venció la muerte y quiere enseñarnos a vivir en los valores que lo hicieron posible... Elevemos la mirada, elijamos la vida que no acaba, y bendigamos al Señor, porque su Voluntad la mueve sólo el bien y el amor, aunque nos quede velado en el tiempo por la fragilidad de nuestra humana condición...

"Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios. 

Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades,
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura. 

El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia;
no está siempre acusando
ni guarda rencor perpetuo. 

Como un padre siente ternura por sus hijos,
siente el Señor ternura por sus fieles;
porque él conoce nuestra masa,
se acuerda de que somos barro. 

Pero la misericordia del Señor dura siempre,
su justicia pasa de hijos a nietos,
para los que guardan la alianza" (Salmo 102)...


Nosotros, un día más, pensamos en los enfermos del blog, todos, uno a uno... también sus familias... Que la intercesión del Beato Tito, acerque al cielo, nuestros suspiros entrecortados, para que venga a nosotros el auxilio del Señor y florezca la fe, en frutos de vida para todos... -"acariciamos a Carmen con la oración de todos, acunándola en el corazón de la Virgen"-... 
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria