jueves, 3 de agosto de 2017

"Dios es mi roca de refugio"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Acercándonos a las virtudes aprendemos actitudes para vivir con cimientos sólidos, bien asentados en lo humano... dando un paso más, vamos a mirar de cerca la virtud de la fortaleza... una virtud que termina -si la trabajamos- en don del Espíritu Santo y por tanto adornando el alma con los mismos atributos de Dios...

Nosotros que conocemos el dolor de cerca y que vamos haciéndonos fuertes en la lucha de cada día, queriendo vivir con sentido, el presente que tenemos, somos ya más fuertes que cuando empezamos a sufrir y sabemos por experiencia a qué sabe el consuelo y cómo se siente esta "brisa" en el alma, sin que desaparezca la "neblina" que provoca, el no ver con claridad, a grandes distancias...

Tenemos que convertir nuestra fortaleza en virtud, para que Dios sea nuestro verdadero consuelo y aniden en nuestra vida las maravillas, con que la gracia hace "acto de presencia" en el interior de cada uno de los que le abrimos paso, a pesar de las penas que nos afligen y hacen llorar...


Optemos por buscar al Señor en la vorágine que intenta robarnos la paz y demos paso al espíritu para que podamos ser testigos de las cosas que podemos traer al presente, pero que no se terminan en él... 

Teniendo la fortaleza como telón de fondo, el recordar a los enfermos del blog y los que sufren con ellos compartiendo su situación, es un sentimiento espontaneo que surge solo... pasemos pues lista... recordemos a todos, uno a uno... y busquemos, como cada día la intercesión del Beato Tito, que supo sufrir con fortaleza... él sabe además, consolar y ayudar a mantener la fe y la confianza en los momentos más difíciles de la existencia... pongamos en sus manos nuestras súplicas y él hará de mediador entre el cielo y nosotros, para que la gracia derrame sobre cada uno, no solo fortaleza... ¡¡queremos además la salud de nuestros enfermos y la gracia de que encuentren sentido para recorrer este tramo de camino, sin entender pero confiados!!


Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …