lunes, 7 de febrero de 2022

"Levántate, Señor, ven a tu mansión"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Nos pinta hoy el evangelio, proclamado en la liturgia, una escena, que tenemos que buscarnos en ella hasta encontrarnos... ¿creemos de verdad en Jesús? ¿le buscamos alguna vez por iniciativa propia, o vamos a él por el ruido que hacen otros, o a ver si nos cae también a nosotros algo? ¿qué queremos nosotros recibir de Jesús y para qué? ¿de qué cura Jesús? ¿qué tendría yo que presentar a Jesús para ser curado?...

Pensemos que la fe en Jesús es un don, que determina su eficacia nuestra propia adhesión a su persona y a su Palabra... ¿estamos dispuestos a entrar en su voluntad, pisar en sus pisadas, mirar en su mirada, proclamar su misma palabra, prolongarnos en su mismo obrar?... No hace Jesús milagros para quitarnos las sombras u oscuridades que atraviesan el tiempo; Dios quiere curarnos más dentro y darnos otras perspectivas para vivir y relacionarnos con los demás; quiere que descubramos otros valores más duraderos que el bienestar puramente material...

Nuestra vida se encamina a la eternidad y hemos de equiparnos para cruzar el horizonte... ésa es la verdadera orilla que hay que atravesar, a la que invita Jesús, y para la que nos ofrece la barca que él navega... Entreguemos algo de nosotros a la fe, confiemos en Jesús, escuchemos su Palabra, creamos en Él... Supliquemos esta gracia uniéndonos a la voz de la Iglesia que suplica y reza hoy con el salmo 131, respondiendo a la voz de Dios con su misma Palabra...

"Oímos que estaba en Éfrata,
la encontramos en el Soto de Jaar:
entremos en su morada,
postrémonos ante el estrado de sus pies. 

Levántate, Señor, ven a tu mansión,
ven con el arca de tu poder:
que tus sacerdotes se vistan de gala,
que tus fieles vitoreen.
Por amor a tu siervo David,
   no niegues audiencia a tu Ungido" (Salmo 131)...   


Necesitados de la gracia y deseosos de vivir de ella, dispongámonos a rezar unos por otros y unos con otros... la fuerza de la comunión ¡¡no lo olvidemos!!... el poder de la confianza ¡¡no dudemos!!... recordemos a los enfermos del blog... a todos , uno a uno... también sus familias... pensemos en cada uno y miremos al cielo con el corazón suplicante... amparados en la intercesión del Beato Tito mantengamos la esperanza... la fe... la confianza... Dios es nuestro Padre y sabemos que su amor por cada uno es inmenso... infinito... su Voluntad nos supera , pero no por ello dejamos de fiarnos de Él... permitamos a la gracia sostenernos mientras vamos de camino... Dios viene con nosotros...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria...