martes, 27 de noviembre de 2018

"El Señor llega a regir la tierra"...


Estrenamos de nuevo 27; el de hoy enmarcado en el mes de noviembre, a punto de concluir el año litúrgico, con el telón de fondo además de la vida eterna, por la vinculación de noviembre a los difuntos, dentro del marco eclesial que es donde nosotros nos movemos... 

Se compara "simbólicamente" el término del ciclo litúrgico con el fin de la vida de cada uno en particular, y del mundo en general, a fin de que tomemos conciencia y demos densidad al tiempo, trascendiéndolo y dándole productividad. Porque la vida no es un ensayo, sino una oportunidad maravillosa para descubrir y apreciar un don que nos sobrepasa, y del que no podemos apropiarnos, aunque lo debamos asumir con autonomía y libertad... en la grandeza del don está su riesgo, y Dios que es amigo del hombre ¡bien lo revela la escritura!, "santo en medio de ti y no enemigo a la puerta", hace camino a nuestro lado para ayudarnos a despertar, motivándonos a la conquista de este germen, llamado a desplegar y florecer, ante nosotros y en nosotros...

La liturgia en esta última semana, a punto de iniciar un nuevo año, pone el énfasis en que Dios lo es TODO en todos, y realza su poder, su señorío, su realeza, ("El Señor llega a regir la tierra") de la que participamos todos en la medida de nuestra vinculación a Él... Superemos el despiste que nos causa la ilusión de pensar que dominamos la existencia y somos el centro en el ámbito que nos movemos, ignorando lo poco que abarcamos... Dios que está siempre con nosotros; nos señala a cada momento el norte al que dirigirnos; el salmo que rezamos hoy nos incita a proclamar nuestra fe, "decid a los pueblos, el Señor, es Rey; Él afianzó el orbe y no se moverá, Él gobierna a los pueblos rectamente" (Salmo 95)...


Si creemos en su Palabra, el fruto que dará en nosotros será la confianza de corazón ¡¡bonita manera de reforzar el objetivo práctico de nuestro blog!!... nosotros, peregrinos de la confianza, queremos hacer este camino acercándonos cada día a la Voluntad de Dios, que nos educa sin privarnos del misterio, y del dolor que a veces le envuelve, aunque sin dejarnos desprovistos para esta lucha; su gracia nos sostiene y nos enriquece...

Volvamos a rezar agradecidos, porque nuestra comunión crece y se fortalece con el paso de los días, y seguimos sumando interés compartiendo la fe, y poniéndola al servicio unos de otros apoyando a los más vulnerables... Pensamos y recordamos a todos, peregrinos de la confianza, que se ven sujetos al dolor y la esperanza, sin salirse de la confianza... para todos nuestra oración... uno a uno... también sus familias... -tenemos noticias esperanzadas de Lola que empieza a reaccionar con una mejoría considerable, aunque sigue necesitando refuerzo para conseguir una estabilidad que le permita acceder al tratamiento que necesita- ... con la intercesión del Beato Tito, miramos al cielo suplicantes, esperando de Dios lo que pedimos...
"confiando en el Señor no me he desviado"... 


 Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...