sábado, 13 de enero de 2018

"Una parte cayó en terreno pedregoso"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Les decía instruyéndolos: 
"Escuchad: salió el sembrador a sembrar; 
Una parte cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra; 
como la tierra no era profunda, brotó enseguida; 
pero en cuanto salió el sol, se abrasó y, por falta de raíz, se secó. 
Estos son los que al escuchar la palabra enseguida la acogen con alegría,
pero no tienen raíces, son inconstantes, 
y cuando viene una dificultad o persecución por la palabra, 
enseguida sucumben". (Mc. 4, 2-3. 5-7. 6-17). 

También hoy está el sembrador esparciendo semillas en los campos de la tierra... ¡qué bien lo expresa Jesús en su Palabra!... su objetivo es sembrar y sale generoso -cada día y a cada momento- de manera gratuita, a regalar "esperanza" que debe germinar en la propia tierra, si se acoge y acuna, la fructífera semilla que sentimos recibir como don...

Cierto que cada terreno tiene su misterio y precisa unos previos que garanticen la floreciente siega a su tiempo... La consideración que nos hace Jesús en la Palabra a la que nos acercamos hoy es muy sutil... ¡qué fácil es ilusionarse con todo lo novedoso en cualquier índole; también en el terreno de la fe... qué difícil, por el contrario, mantener el ritmo adecuado hasta "hacer cimiento" de lo que nos disponemos a cultivar...


Los milagros de la fe, no brotan en cualquier tierra, aunque emerjan florecillas... no podemos caminar a merced de los vientos que nos quieren mecer en la superficie de nosotros mismos... El don de Dios tiene que enraizarse en la "urdimbre" de la persona y florecer después de un proceso vital que trasforma, vivido en la tierra fértil del corazón humano, que se deja fecundar por la gracia de Dios desde múltiples vertientes, con los medios adecuados para obtener como resultado una cosecha abundante como generoso es el don que la hace producir...

Ya vimos ayer, que la ESCUCHA que acoge, va dando a nuestros oídos internos, tacto para discernir... optar... cuestionarnos... entregarnos... Sólo así, la fe irá purificando nuestros deseos y madurando la entrega para introducirnos cada vez más hondamente en la tierna actitud, adulta y probada de la confianza de corazón, que concede a Dios los primeros... los segundos... los terceros planos.... lo nuestro es perdernos en ella...


Son palabras de vida las que nos regala Jesús en el evangelio... ¡¡escuchemos!!... abramos el corazón a la fe... Él ha venido a habitar entre nosotros para darnos pistas... Ya sabemos donde no dará fruto la semilla... ni en la superficie, ni en la inconstancia... Pidamos entonces las actitudes que nos permitan verlas florecer... Ayudémonos unos a otros con la oración y la comunión... 

Pongamos en primera fila a los enfermos del blog... los que últimamente están mas necesitados por recaídas... tratamientos... efectos secundarios de los mismos... bajadas de ánimos... y todo lo que aumenta el dolor, ademas de la enfermedad que les acompaña... tengamos un recuerdo especial para cada uno... que estén todos incluidos en nuestro deseo de ayudarles... Acudimos confiados a la intercesión del Beato Tito, que tanto sabe ya de nuestras penas... y unimos las suplicas de todos, para hacer llamada fuerte al cielo y que nos sea devuelta en gracias la respuesta a nuestra fe... Confiar es creer y el peregrino de la confianza entrega a Dios su Voluntad acunándose en su amor infinito y misericordioso... ¡Cierto!! "confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …