martes, 27 de marzo de 2018

"En verdad, en verdad os digo: uno de vosotros me va a entregar"...



Y volvemos a encontrarnos con otro 27, esta vez de marzo, en pleno corazón de la Semana Santa, ¡¡felicidades peregrino de la confianza!! ¡gracias por perseverar en tu búsqueda de Dios y de su Voluntad, sin huir de lo real, "acunándote" en la confianza de corazón, mientras "es de noche"!!... Queremos que nuestro camino de fe, tenga esta identidad, tierna... humilde... sencilla... a veces vulnerable... pero firme y segura, porque no nos cimentamos en nosotros mismos, sino en la Roca Inconmovible, que es Cristo... Caminamos a su iniciativa, cobijados por su presencia, apoyados en su Poder y sus Promesas... "confiando en Él, no quedamos nunca defraudados"...

Sus caminos dictan de los nuestros... sus planes de nuestros planes... Pero adheridos a su amor infinito, a su misericordia, nuestro corazón va siendo iluminado por "otra luz", capaz de traspasar nuestra propia oscuridad... Estamos decididos a entrar en el mundo de la fe, y permanecer allí, porque su Palabra susurrando en nuestro corazón "Verdades últimas", nos llenan de esperanza...



Hoy es martes santo... la liturgia nos pone alerta... Jesús mismo señala con el dedo al traidor, queriendo devolverle a sí mismo, para que recapacite, porque aún puede rectificar... Judas persiste en su decisión quedando a oscuras, atrapado en el mal e inducido al mayor pecado... increíble cómo rechaza la amistad de Jesús, saliendo del círculo de sus íntimos... ¡¡dónde conduce la ambición!!... ¡¡la seducción del dinero!!... ¡¡los ídolos!!... ¡¡ser como Dios!!... Alertémonos con esta imagen tan gráfica, real y expresiva, porque todos somos débiles, y lo contrario al amor es el egoísmo... y su fruto es el pecado... Y el pecado que empieza a ser sólo debilidad, puede terminar en tragedia y llevarnos al caos más absoluto...


"Jesús se turbó en su espíritu y dijo: 
"En verdad, en verdad os digo: uno de vosotros me va a entregar". 
Los discípulos se miraron unos a otros perplejos, 
por no saber de quién lo decía. 
Simón Pedro le hizo señas a uno de ellos para que averiguase por quién lo decía. 
Él le preguntó: "Señor, ¿quién es?". 
Le contestó Jesús: "Aquel a quien yo le dé este trozo de paz untado". 
Y, untando el pan, se lo dio a Judas. 
Detrás del pan, entró en él Satanás. 
Judas, después de tomar el pan, salió inmediatamente.
Era de noche" (Jn. 13, 21-30).  


Valoremos el don de Dios y temamos las asechanzas del maligno, porque estamos siempre entre "dos aguas"... La fe es un camino apasionante si somos coherentes... si somos mediocres, nuestras aspiraciones, estarán a nuestro alcance, y será entonces más fácil quedar atrapados en lo que tiene fecha de caducidad... Seamos valientes y cautos para poner los cimientos firmes con los medios adecuados... ¡¡LA GRACIA!! ahí está la piedra angular sobre la que hemos de construir... Ayudémonos entonces con la oración unos a otros, sabiendo que nuestros ideales se alcanzan por la gratuidad de quien los ofrenda... ¡¡la magnanimidad de Dios!!...

Pensemos y recordemos a los enfermos del blog... -tengamos un recuerdo especial hoy por Juan Garrido que se encuentra mal y nos necesita... tenemos que hacerle sentir el consuelo de la fe y la esperanza, a él y a los suyos, que tienen que entregarse a este momento duro mirando al cielo, para que sean fortalecidos- ...igualmente rezamos por todos, uno a uno... también a sus familias... busquemos apoyo en los que supieron hacer el camino entero y triunfaron... ¡¡el Beato Tito!!... desde su intercesión imploramos al cielo la salud y la fe de cada uno de ellos para habitar seguros en la confianza... Mantengamos el ritmo de nuestro peregrinar y esperemos los frutos de nuestra cosecha dentro de nuestro corazón... Recemos, como cada día, la oración de nuestro blog...

Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María