lunes, 14 de enero de 2019

Adorad a Dios todos sus ángeles...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


El salmo 96, propuesto hoy en la liturgia, nos afirma con contundencia que Dios es eterno, y que su gloria está reflejada en la creación dada a luz por su Palabra; la misma que desvela a Dios en Cristo, y que hoy se dirige a nosotros, para que iluminados, encontremos la senda que conduce a la salvación...

Es Jesús mismo quien dice en el evangelio de la misa de hoy, «Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio»... Si pensamos que el misterio de la Encarnación, era éste el mensaje que traía, podemos intuir la importancia que tiene que acojamos esta sentencia y la practiquemos... Dios deja el cielo y asume nuestra condición, para que el ser humano se libere de las sombras de la muerte y pueda ampliar el horizonte hasta el infinito, apoyado en su Palabra y en su misericordia... no pasemos por alto -entonces- la gracia, ni vivamos la fe de forma subjetiva, porque Jesús mismo está entre nosotros para expresarnos el querer de Dios y mostrarnos su amor infinito abriéndonos paso -librándonos del mal- por los senderos del mundo...

Enlacemos nuestro acto de fe, en la fe misma de la Iglesia, que canta la gloria de Dios, reconociéndole autor de la creación, de la vida y del ser humano...

"El Señor reina, la tierra goza,
se alegran las islas innumerables.
Justicia y derecho sostienen su trono.

 Los cielos pregonan su justicia,
y todos los pueblos contemplan su gloria.
Adoradlo todos sus ángeles. 

Porque tú eres, Señor,
Altísimo sobre toda la tierra,
encumbrado sobre todos los dioses" (Salmo 96)... 


Recemos unos por otros, pensando, hasta recordar a todos, en los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... que la intercesión del Beato Tito nos lleve al cielo nuestras súplicas, y la bendición de Dios, derramada sobre cada uno, les conceda la salud, y la gracia de la conversión para pisar caminos de vida, acercando el Reino a la tierra, llevando los hombres a Dios, para que podamos convivir y amarnos, como somos todos amados en el corazón de Dios...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...