miércoles, 10 de febrero de 2021

"Bendice, alma mía, al Señor"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


La palabra de Dios ilumina la conciencia y nos enseña a discernir el bien y el mal desde dentro de nosotros mismos, que es donde se deciden de verdad las actitudes, a pesar de que queramos tantas veces esquivar responsabilidades, señalando en otra dirección...

Fraguamos el mal desde dentro, cuando no tenemos más referencias para vivir que nosotros mismos, y no es fácil liberarnos de esa trampa que tan sutilmente enmascara el egoísmo, cercándonos el horizonte en nuestros intereses... Jesús alerta y enseña cómo se construye el bien, señalando desde dónde hemos de lanzarnos a su conquista, y acercándonos a ello en el engranaje de lo cotidiano... 

Quien reza cultiva el bien, y quien bendice a Dios mientras reza lo hace florecer en sí mismo para los demás... el salmo 103 propuesto hoy en la liturgia es una oración realista, de alabanza, bendición, y de fe viva... sumemos nuestra voz a la Iglesia y recemos con los cristianos plantando entre todos buena semilla y siendo tierra buena donde florezcamos en frutos compartidos...

"Bendice, alma mía, al Señor,
¡Dios mío, qué grande eres!
Te vistes de belleza y majestad,
la luz te envuelve como un manto. 

Todos ellos aguardan
a que les eches comida a su tiempo:
se la echas, y la atrapan;
abres tu mano, y se sacian de bienes. 

Les retiras el aliento, y expiran,
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra" (Salmo 103)...


Pensemos, también hoy, hasta recodar a todos, en los enfermos del blog... uno a uno... también sus familias... acogidos a la intercesión del Beato Tito, miramos al cielo suplicantes, pidiendo la salud para todos y la gracia de la fe, para que la esperanza nos aliente y podamos vivir confiados, firmes y seguros en el amor de Dios, a la sombra de su misericordia... Sabiendo que Jesús puede curarnos, el cuerpo y el alma... y Él quiere hacerlo...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria