jueves, 26 de noviembre de 2020

"Bienaventurados los invitados al banquete de bodas del Cordero"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Verdaderamente la Palabra de Dios ilumina la realidad, y nos señala un norte donde mirar, para que no se apague nunca del corazón creyente la esperanza... Todo es transitorio, todo es "mientras tanto"... y ¿dónde dejamos la búsqueda -hasta el hallazgo- de la Verdad última? porque, el tiempo pasa, hasta acabarse...

Asombra darse cuenta cómo los afanes "desordenados", alimentados por la ambición de querer dominar la existencia, ¡¡ser como Dios!! es precisamente lo que destruye, eso mismo que se desea... el ansia de progreso, pisando lineas rojas, que superan nuestra capacidad, es la más potente causa de destrucción ¡¡lo estamos viendo!! y Dios no deja de tendernos la mano, alumbrando con su Palabra la oscuridad que genera el pecado, personal y colectivo, impidiéndonos además, descubrir y reconocer la Verdad, hasta asumirla...

Jesucristo ha vencido al mundo, y los que quieran liberarse de la esclavitud del pecado, ¡¡ser libres!! y vivir para siempre, en Él encontrarán la gracia para conseguirlo, porque Dios no tiene más respuesta para nosotros que su misericordia... La gracia regenera, Dios perdona siempre, y al final del camino, Él es quien nos recibe para entrarnos a su fiesta, ¡¡fiesta eterna!!, sin llanto, ni luto, ni dolor... Ojalá nuestra fe, asuma sin complejos dejarnos salvar por gracia... Recemos confiados y seguros la alabanza contenida en el salmo 99 y demos gloria a Dios, que hace maravillas en favor nuestro...

 "Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores. 

Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño. 

Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre. 

El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades" (Salmo 99)...


Recemos unos por otros y pensemos, hasta recordar a todos, en los enfermos del blog... uno a uno... también sus familias... Que la intercesión de Beato Tito nos ayude a  llamar al cielo hasta que el cielo derrame la misericordia de Dios sobre nosotros, y por su gracia recibamos el don que suplicamos con fe... La salud de los enfermos, el fin de la pandemia, y la conversión del corazón de todos los que cada día miramos a Dios, seguros de su amor infinito, acercándonos su voluntad en cada acontecer... 
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria