domingo, 7 de mayo de 2017

Dios de Dios, luz de luz...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Cuando nos habita el Espíritu y caminamos a su luz, dibujamos de esperanza cada paso, porque el tiempo en Dios se viste de promesas, que no dejan de cumplirse mientras vamos de camino... 

Miremos de cerca hoy el don de Fortaleza... que no es una fuerza para luchar y vencer... ¡¡todo lo contrario!! es una raíz que ahonda en Dios hasta hacerse roca inconmovible a los embistes de la vida, provocando en el alma que lo posee la gracia de la confianza....

Merece la pena que lo deseemos,  lo pidamos, nos dispongamos a recibirlo... es una gracia que Dios está deseando conceder, porque el Reino tiene que llegar a todos y lo acercan los que viven del Espíritu...


El peregrino de la confianza, sería el prototipo de esta luz entre los hombres...  nosotros, que sabemos de tempestades, que nos vemos heridos por el dolor, que no nos libramos de luchar en esta batalla, tenemos que encontrar ese soporte que nos sostenga y nos mantenga firmes, mientras combatimos esta conquista...

La fortaleza es un don de Dios...  y Dios se lo da al humilde, al pobre, al que sabe que no sabe... El mundo de Dios hasta sumergirnos en él, requiere un camino largo de aprendizaje... de discernimiento... de toma de conciencia... porque la vida se recibe.... se acoge... se agradece... y se entrega... y ninguna de estas cosas las tenemos, si nos las recibimos... y no las recibimos, si no las deseamos hasta suplicarlas con humildad, abriendo el corazón a la fe...



Tenemos que perseverar en la oración... es el espacio donde estos dones se incorporan a nuestra vida hasta dar frutos... vivir de la gracia nos sitúa en otro nivel de percepción y vamos perdiendo miedo a la Voluntad de Dios, cuando no coincide con nuestros esquemas preconcebidos, que a veces no tienen ni objetivos claros de a dónde queremos ir...

Nuestros enfermos necesitan este don y nosotros lo pedimos para todos... Acudimos un día más al Beato Tito, buscando su intercesión y poniendo nuestras súplicas ante él, para que las deposite en la presencia de la Madre del cielo, y Ella, de su Hijo nos alcance lo que con tanta confianza nos atrevemos a pedir...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …