miércoles, 15 de noviembre de 2017

"donde está tu tesoro, allí estará tu corazón"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"No atesoréis para vosotros tesoros en la tierra, donde la polilla y la carcoma los roen
 y donde los ladrones abren boquetes y los roban.
 Haceos tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni carcoma que los roen, 
ni ladrones que abren boquetes y roban. 
Porque donde está tu tesoro, allí estará tu corazón" (Mt. 6, 19-21).

La referencia objetiva, práctica y directa a la vida eterna, mientras avanzamos en el tiempo hacia ella, es signo de sabiduría, o mejor aún, signo de que vivimos "emparentados" con la "sabiduría", que por ser un don del Espíritu Santo, supone unos previos y una conciencia ante la realidad diferente... la vida cristiana sin este norte, se desvirtúa fácilmente, aunque creamos en las verdades reveladas y cuidemos algunas prácticas devocionales...

La Palabra de Jesús es muy sugerente... Él nos remite constantemente a la vida eterna y se dispone a iluminarnos de manera efectiva, para que nos tomemos en serio vivir y no perdamos el tiempo... acercarnos a la gracia es el verdadero acierto del hijo de Dios, porque es ella -la gracia- la que nos va conformando en los valores que no pasan, o mejor que traspasan con nosotros el umbral que divide esta etapa de la definitiva...  
   

No es cuestión de hacer nada extraordinario... simplemente atender a las directrices del Maestro y avanzar... un paso nos sumerge en el siguiente, él sólo... la riqueza que vamos generando es el tesoro que florecerá en el don inabarcable del cielo, que no tendrá fin... 

Esta gracia la podemos también acercar a nosotros con la oración... sabemos que todo es gracia y que la gracia es gratis... pero hay que acogerla... también desearla... suplicarla... esperarla... 


Que nuestra relación con Dios sea cada vez más consciente y que cuando recemos cada día, queramos incorporar a nosotros las actitudes descritas por Jesús en su Palabra... con esto empezamos a atesorar este tesoro que brillará con luz propia en cada uno de nosotros al final del camino...

Acudamos pues con este "eco" a nuestro encuentro diario en este espacio de comunión, que es nuestro blog... recordemos a todos los enfermos, uno a uno... también a sus familias... y amparados en la intercesión del Beato Tito, miremos al cielo con el corazón sumergido en la confianza porque Dios escucha nuestras súplicas y su gracia nos penetra acercándonos a la voluntad de Dios, con el corazón en la paz... 

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …