domingo, 18 de agosto de 2019

" Señor, date prisa en socorrerme"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Manifiesta hoy la liturgia, la resistencia que encuentra la Palabra de Dios en tantos oídos sordos, provocando a veces graves conflictos a quienes tienen la valentía de alzar la voz y proyectar su eco haciéndola oír al pasar, como vemos en la primera lectura de la misa... Y, puede también ocurrir, como anuncia el mismo Jesús en el evangelio, que de rebote, provoque altercados entre los más próximos, según la actitud o el compromiso de cada uno de los que se acercan a su luz... Pero, no por quitar de en medio al mensajero hacemos inválido el mensaje, ni por defendernos de él, conseguimos deshacernos de la verdad que contiene...

El fuego de la fe, que tanto cuesta que prenda en nuestro mundo, es el germen de vida contenido en el proyecto de Jesús, y la semilla plantada en su misma entrega, que tenemos que cultivar entre todos... Bonita síntesis la segunda lectura, que deja impreso el recorrido, pisado ya por el maestro, dejándonos la llamada a poner los pies en su misma senda, que nos lleva donde vamos... el cielo es nuestro destino... y ¡¡el cielo es real!!...

El salmista invoca al Señor, consciente de su pobreza... su oración es expresión de confianza, y podemos en ella refugiar nuestro deseo de responder al don de Dios, y aventar el rescoldo de calor que anidamos dentro, para que sea realidad el fuego que Dios quiere para esta tierra...

"Yo esperaba con ansia al Señor;
él se inclinó y escuchó mi grito. 

Me levantó de la fosa fatal,
de la charca fangosa;
afianzó mis pies sobre roca,
y aseguró mis pasos. 

Me puso en la boca un cántico nuevo,
un himno a nuestro Dios.
Muchos, al verlo, quedaron sobrecogidos
y confiaron en el Señor.

 Yo soy pobre y desgraciado,
pero el Señor se cuida de mí;
tú eres mi auxilio y mi liberación:
Dios mío, no tardes" (Salmo 39)...


Pensemos unos en otros y acerquémonos el susurro de la fe, que vamos cada uno cultivando, en nuestro corazón... Recordemos a los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... pidamos la intercesión del Beato Tito para pedir la salud para ellos, del cuerpo y del alma... y para todos un impulso de gracia que nos zarandee y nos despierte al compromiso de ser de verdad cristianos coherentes, que viven en la búsqueda de la voluntad de Dios para que el mundo sea lo que Dios quiere, como Dios quiere...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …