sábado, 9 de noviembre de 2019

"El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios, el Altísimo consagra su morada"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

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El sentido de lo sagrado, que brilla en nuestra cultura por su ausencia, paradógicamente lo tenemos impreso en la conciencia... dentro de nosotros hay algo, que sin percibirlo casi, fluye a veces, aunque no identifiquemos qué es, y por qué aparece... Si somos creyentes es más fácil sintonizar, y si practicamos la fe, adecuamos el entorno donde encontrarnos con esa "moción" que nos despierta desde dentro al eco de lo trascendente como un reclamo... 

El culto a Dios no es un añadido en la vida del cristiano, y los lugares de culto deben ser cuidados con el respeto y la actitud adecuada que crea y celebra la comunión... Hoy la liturgia mira a la catedral de Roma -de la que el Papa es obispo- y nos convoca a ser sarmientos de la misma vid, sin confundir los edificios con las personas, pero sí dando a lo externo su sentido para llegar sin desvíos al corazón de la fe, hasta hacer de nuestros actos el mejor culto, pero siempre en relación con esa Presencia que nos habita y de la que hemos tomado por gracia la identidad... no lo olvidemos, "somos hijos de Dios, creados a su imagen y semejanza"...

Le importa mucho a Jesús que demos a Dios culto en espíritu y verdad, pero reclama que el templo, lugar de culto en comunión, no se desvirtúe con nuestros negocios, no siempre limpios, ni espirituales... El salmo 45 nos ayuda a rezar estas verdades que no están de moda pero son la piedra angular de la vida humana... Escuchemos a la iglesia rezar este salmo y pongamos voz al eco de esta Palabra para que resuene en nosotros y nos trasforme... 

"Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza,
poderoso defensor en el peligro.
Por eso no tememos aunque tiemble la tierra,
y los montes se desplomen en el mar. 

El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios,
el Altísimo consagra su morada.
Teniendo a Dios en medio, no vacila;
Dios la socorre al despuntar la aurora. 

El Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
Venid a ver las obras del Señor,
las maravillas que hace en la tierra:
pone fin a la guerra hasta el extremo del orbe" (Salmo 45)... 

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Vamos a rezar entonces unos por otros, haciendo camino en comunión... recordemos a los enfermos del blog... a todos, uno a uno... acudamos a la intercesión del Beato Tito y pongamos en común nuestras súplicas... miremos al cielo y presentemos cada necesidad en la confianza de que Dios nos escucha siempre... No nos olvidemos que la fe, si la acompañamos de obras, es más efectiva y eficaz... y los milagros derivan de la fe... fe confiada... la que tenemos los peregrinos de la confianza, a la sombra del gigante Beato Tito... 
"confiando en el Señor no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …