viernes, 23 de marzo de 2018

"En el mundo tendréis lucha; pero tened valor: yo he vencido al mundo"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Mirad, está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, 
en que os disperséis cada cual por su lado y a mí me dejéis solo. 
Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre. 
Os he hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. 
En el mundo tendréis lucha; 
pero tened valor: yo he vencido al mundo" (Jn. 16, 32-33).

¿Qué pasa en el alma de Jesús en "esta Hora", que olvidado de sí mismo, nos mira con tanta ternura?... ¡¡bien sabe Jesús cómo somos y cómo es nuestra manera de enfrentarnos a la vida!!... ¡¡a la vida, y a todo lo que tiene la vida!!... y a cambio, sigue apostando por el ser humano, comprometiéndose a quedarse para siempre con nosotros, devolviéndonos "su espíritu" al llegar al Padre, para que no perdamos el rumbo, y también nosotros, podamos llegar hasta el final...

Las palabras de Jesús en los discursos de despedida son de mucha unción y hay que escucharlas con el alma... cada palabra es un testamento práctico y directo, en el que nos va "todo", si empezamos a vislumbrar, aunque sea "algo", de lo que a partir de aquí será un despliegue, desproporcionado para nuestra capacidad ¡es verdad!, pero del todo necesario, si quedamos cuestionados e interpelados por "los hechos" y "las actitudes" de Jesús en este momento trascendental de su vida, de la que vamos a depender todos, a partir de ahora...


No se escandaliza Jesús de los suyos, sino todo lo contrario... va por delante, allanando el camino y preparando el "retorno", que ellos tendrán que hacer cuando vengan de vuelta, "trastocados" por la entrega inabarcable... gratuita... generosa... de Jesús por todos... Ciertamente hay que pasar por los extremos para valorar el don... A esto estamos llamados y para esto les prepara Jesús, a ellos, y a nosotros; porque no hay más camino que su "triunfo", ni  hay "triunfo" sin dolor... 

Nos cuesta comprender y aceptar esta verdad, a la que nos enfrentamos cada día de mil maneras, y en la que podemos quedarnos abrumados, si no descubrimos qué hay detrás, y hacia dónde vamos... Ha tenido Dios el detalle y el gesto de venir hasta nosotros para quitarnos el miedo, descorriendo "la losa" que divide el horizonte... el tiempo se dilata en lo eterno... y sin ese norte, sufrir, mata... En su muerte vislumbramos esta luz, y en ella radica nuestra esperanza...


Aprovechemos la liturgia de estos días y ahondemos en los misterios de nuestra fe... no vivamos la semana santa al margen de la gracia... seamos agradecidos... acojamos el don... es Dios mismo quien se entrega por nosotros a cambio de nada... Trabajemos la fe y crezcamos en ella...

Recordemos, como cada día, a los enfermos del blog... a todos, uno a uno... también a sus familias... sabemos que muchos están atravesando momentos muy difíciles... tengamos un recuerdo hoy para Esteban que lleva tiempo luchando y se encuentra mal, para que no le falte el auxilio del cielo, ni la esperanza en su corazón... Igualmente rezamos por todos, y para todos pedimos la salud y un aumento "notable" de confianza... Nos acogemos, como solemos hacer, a la intercesión del Beato Tito y mirando al cielo, ponemos en común nuestras súplicas, a la espera de que el cielo nos devuelva en gracias el fruto de nuestra fe... 
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María