jueves, 17 de enero de 2019

"Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: «No endurezcáis vuestro corazón»"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


La voz del Señor en su Palabra no deja de resonar entre nosotros, siendo la liturgia portavoz de esta gracia siempre actualizada, que trae hasta nosotros sin cesar la voluntad de Dios... No nos olvidemos, la fe entra por el oído...

Todos los que cada día buscamos al Señor, acercando nuestras necesidades a su presencia para que Él las remedie, tenemos que incorporar a nuestra oración, el compromiso de escuchar también nosotros, lo que Dios quiere de cada uno, a fin de que podamos realizar entre todos su querer... 

En el salmo que rezamos hoy con la Iglesia, junto al acto de fe que Dios merece, está la respuesta tantas veces ambigua del ser humano que se resiste, cuando centrado en sí mismo, no acata la voluntad expresa de Dios, que son caminos de vida donde tenemos que encontrarnos unos con otros, conducidos bajo el mismo cayado dentro del mismo rebaño... Tengamos la valentía de escuchar la Palabra de Dios y ampararnos en su poder, cultivando en ella la fe, a la espera de cosechar frutos que nos permitan vivir seguros y confiados...

"Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía. 

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masa en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mis obras». 

 Durante cuarenta años
aquella generación me asqueó, y dije:
«Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»" (Salmo 94)...


Volviendo a rezar, como cada día, unos por otros, pensemos hasta recordar a todos, en los enfermos del blog... sí; todos, uno a uno... también sus familias... Miremos al cielo suplicantes, cobijados por la intercesión del Beato Tito, a la espera, de que nuestra fe, unida a la suya y a toda la fe de la Iglesia, acerque a nosotros los frutos que deseamos... que recuperen la salud, y conmovidos por la misericordia de Dios, sean apóstoles de la novedad del Reino que trae Jesús, y que tantas otras voces y presencias quieren anular en nuestro mundo... Seamos fieles al don de Dios y convirtamos nuestro corazón a la fe y nos decidamos a vivir en gracia...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...